Juli Guiu ha dimitido de su cargo en la directiva del Barça, abriendo otro frente de crisis, esta institucional, acortando el tiempo de felicidad en el club después de conseguir que Dani Olmo y Pau Víctor volvieran a ser instritos.
La marcha de Guiu, adelantada por La Vanguardia y confirmada por este diario, tiene su importancia en el habitat de la junta. En primer lugar, por su rango de vicepresidente, uno de los cuatro que ocupan el escalón inmeditamente inferior al de Joan Laporta. Y, en segundo lugar, por ser el titular del área de marketing, tan crucial para la salud económica de la entidad por la cantidad de contratos de patrocinio que se han buscado para paliar la ruina que dejó Josep Maria Bartomeu.
Precisamente Guiu barruntaba dejar la directiva al verse apartado de las negociaciones para renovar el contrato de Nike. El papel que desempeñó en la contratación de Spotify se transformó en irrelevante durante las conversaciones con la firma deportiva. Laporta comunicó los detalles del acuerdo final en una junta directiva con Guiu en Nueva York, lo que fue un plato de mal gusto para el empresario especializado en la industria musical.