Abandonó por unos días el calor de Dubai. Y dejó sus madrugadoras clases en la escuela de entrenadores para subirse a un avión camino del norte de Europa. Hace apenas un mes que Andrés Iniesta anunciaba en Barcelona que dejaba de tener el balón entre sus pies y emprendía una nueva vida.
Y el juego, como él mismo precisó entonces, continúa. Ahora se ha sumergido el excapitán azulgrana en esa aventura que le lleva a estar en la escuela de técnicos desde las cinco de la mañana hasta las dos de la tarde.
Y luego viajó hasta Dinamarca para anunciar la alianza con Stoneweg, la plataforma de inversión creada y fundada por Jaume Sabater hace casi una década, para gestionar e impulsar el proyecto del FC Helsingør, un club de la segunda división danesa.
En la patria de Laudrup
Llegó Iniesta a esta ciudad ubicada a 40 minutos al norte de Copenhague, la capital. Hay 40.000 habitantes en el nuevo hogar del exjugador del Barça, quien se reencuentra así con la patria de uno de sus ídolos de la infancia. Cuando era un niño tenía dos modelos. Uno era Pep Guardiola y el otro Michael Laudrup.
«Michael fue un espejo para mí. Es uno de los jugadores más elegantes que he visto nunca. Me fijaba cómo se movía, cómo tocaba el balón, con esos pases que daba… Fue algo espectacular», dijo Iniesta.
Y hasta allí, hasta el país de Michael, llegó acompañado de Jaume Sabater -él voló desde Barcelona-, y de Joel Borràs, cofundador de NSN junto a Iniesta. Apareció en el estadio del club minutos después de que la selección danesa se entrenara en un campo contiguo preparando el duelo del próximo viernes contra España en Copenhague.
Nadie había entonces en las instalaciones. Tan solo una mujer con sus dos hijos pequeños subidos en la parte delantera, protegidos del frío, pasaban de manera inesperada por la puerta. Pero ni se fijaron en quien descendía de esa furgoneta de color oscuro.
Era Iniesta, recién llegado de Dubai, donde consume las primeras semanas sin el balón sumergido en el aula. Son sesiones largas. De la madrugada a la tarde. Clases en inglés y árabe para comenzar a estudiar el oficio de entrenador.
«Es una gran oportunidad para ir conociendo el fútbol de otra manera. He sentido el feeling del club, de su gente y de la ciudad. Es algo maravilloso. Queremos que los jugadores que estén aquí sientan este club»
Clases que dejó aparcadas por tres días para empaparse de su nuevo rol como impulsor del FC Helsingør. Llegó y recorrió todas las áreas de un club al que dotará a partir de la metodología de fútbol que lleva desarrollando en sus academias. Conoció el club en todas sus áreas.
«Es una gran oportunidad para ir conociendo el fútbol de otra manera. He sentido el feeling del club, de su gente y de la ciudad. Es algo maravilloso. Queremos que los jugadores que estén aquí sientan este club», contó Iniesta, quien expresó que estaba “muy excitado” por estos nuevos pasos que está emprendiendo en el mundo del fútbol.
Reencuentro con Pep Alomar
Hablaba en inglés con Bö Bay, el CEO del club, que ejerció de anfitrión en la visita de las instalaciones. Luego acudía al castellano cuando entró en el despacho del cuerpo técnico con Pep Alomar, el que fuera ayudante de Llorenç Serra Ferrer, convertido en el máximo responsable técnico del FC Helsingør, quien llegó a estar en la Superliga danesa en el 2017.
Ahora, Iniesta, de la mano de NSN y Stoneweg, asume otro rol en el mundo del fútbol. El balón ya no está en sus pies. Y mientras se forma como entrenador -el cursillo de Dubai es el primer proyecto, pero no será el último- quiere «ir paso a paso» en la construcción de su nuevo lugar, ya lejos de los terrenos de juego.
«Claro que somos ambiciosos, pero lo más importante es trabajar junto a las personas que han estado sosteniendo el club durante todos estos años y seguir conectados con la comunidad local”, contó el excapitán azulgrana.
«Aquí lo realmente importante son las personas. Queremos trabajar para desarrollar jóvenes talentos que puedan llegar al primer equipo y permitan a los aficionados sentirse representados con el equipo de su ciudad. Es mucho más importante que suba un joven que ganar un título», apuntó Sabater para avalar la esencia de un proyecto pionero porque lleva el sello de Iniesta hasta la patria de Laudrup.
«¿Por qué Dinamarca y no en España? Porque se dan las condiciones adecuadas y porque hemos encontrado a las personas que nos han hecho sentir cómodas. Mi feeling es muy bueno, nos transmiten cosas muy positivas y nosotros tenemos que compartir nuestra experiencia. Ahora nos toca trabajar duro, pero estamos muy motivados para ayudar a llevar al club al siguente nivel. Esto es la primera piedra», argumentó el exjugador.
Conexión con la comunidad local
«Queremos tener un impacto positivo en la comunidad, incorporar los valores que compartimos con Andrés para lograr que el club se sienta cada vez más identificado con su gente. A través de lo que ya se ha hecho se puede sumar más y este proyecto está basado en la formación”, subrayó Sabater, recalcando “los valores que son imprescindibles para construir apostando por la formación y que los jóvenes tengan la ilusión de quedarse aquí en el primer equipo”.
Ni entrenador, ni propietario, ni tampoco un inversor al uso… Iniesta ha elegido el camino de la formación para ir construyéndose una identidad que no sabe aún donde le terminará llevando. Un día estudia para ser técnico en Dubai y al siguiente pisa Dinamarca.
“¿Qué le digo al aficionado del FC Helsingør? Para mí, el fútbol es mi vida. Es una gran oportunidad para poder compartir mi pasión, hemos venido hasta aquí para disfrutarlo juntos. ¿El sueño? El sueño es trabajar y este club es histórico. No venimos a enseñar nada, sino a trabajar conjuntamente. Cuando vas a otro país debes respetar la cultura del lugar al que llegas. Pero solos no podemos hacerlo. Es imposible”, sentenció Iniesta, recordando que “los proyectos no se construyen en un mes o en un año, sino que se construyen día a día y, al final, llegan los resultados”.