Un Joan Laporta más tranquilo y sereno no perdió la oportunidad de recriminar al aire, pero sobre todo a los máximos dirigentes del fútbol español desplazados a Arabia Saudí -«permíteme, presidente», antepuso, se supone que en alusión a Rafael Louzán, presidente de la Federación Española de Fútbol-, que el torneo se hubiera visto salpicado «lamentablemente» por «la polémica alrededor» de la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor. Arrastrada, desde el 31 de diciembre, cuando LaLiga de Javier Tebas les borró de la plantilla, hasta que el 8 de enero el Consejo Superior de Deportes emitió una medida cautelar de tres meses para que sus fichas siguieran vigentes.
