Acabada la pausa en la Liga por la actividad de las selecciones, le toca al Barça reaparecer en Vigo este sábado ante el Celta en Balaídos (21.00 h). No será un retorno normal porque Hansi Flick debe repensar su ataque, ya que no tendrá a Lamine Yamal, aquejado de una dolencia en el tobillo que le hizo perderse los dos triunfos de España sobre Dinamarca (1-2) y Suiza (3-2).
Padeció el joven extremo en Belgrado «una lesión de grado uno en la sindesmosis del tobillo derecho» el pasado 6 de noviembre, por lo que los médicos del Barça anunciaron que debería estar «entre dos y tres semanas de baja».
Ni se ha entrenado con el equipo este jueves, algo que sí ha hecho, por ejemplo, Lewandowski, con molestias lumbares, sí ha trabajado con el grupo. Eric García y Ferran Torres solo han completado una parte de la sesión. Lamine, ni eso.
Un molesto dolor tenía Lamine Yamal, quien viajó a San Sebastián pero ni pisó el césped ya que veía la derrota ante la Real Sociedad (1-0) desde un palco privado, escoltado por Deco, el director deportivo, y Alejandro Echevarría, asesor del presidente Joan Laporta. Lejos del equipo sigue el joven extremo.
Dos partidos sin él, dos derrotas
Era la segunda prueba sin él. Y la segunda negativa porque el primer partido que se perdió esta temporada, y fue por decisión táctica, desencadenó la primera derrota del Barça de Flick en Pamplona ante Osasuna (4-2). Apareció Lamine Yamal ya en la segunda parte pero sin tiempo ni soluciones para remediar esa caída en Navarra.
Al técnico le toca, por lo tanto, encontrar una alternativa fiable a tan impactante baja, unido a la incertidumbre que existe en torno a la figura de Lewandowski, quien no ha ido con Polonia por las molestias en la espalda que sufrió en Donosti. Pero los médicos sí confían en que el goleador polaco pueda medirse este sábado al Celta en Balaídos.
Las dos experiencias sin la joven estrella han sido negativas. Y no únicamente por el resultado sino porque el Barça pierde muchas cosas con esta baja. Más allá del desequilibrio, regate, veneno en sus asistencias y hasta gol, el equipo se desordena sin tener el ancla en la banda derecha.
Un ancla que ejerce, al mismo tiempo, de efecto intimidatorio para el rival porque su sola presencia atrae e hipnotiza a un par de defensas, como mínimo.
Eso abre espacios y rutas sin explorar que son aprovechados por los compañeros de Lamine Yamal, sea Koundé llegando desde atrás o Pedri y Dani Olmo oteando los atajos imprescindibles.
Ni Ferran Torrres, ni Fermín
En Pamplona (28 septiembre), el Barça apenas firmó dos disparos en la primera parte con ese ataque inusual integrado por Ferran Torres (en el sitio de Lamine), Lewandowski y Pau Víctor. Y los dos tiros a puerta tuvieron la firma de Eric García (m. 44) y Koundé (m. 45+2). O sea, dos defensas haciendo un trabajo que no les correspondía. En la segunda mitad, ya con la joven estrella, hasta 10 disparos, incluidos los dos goles, certificaron su enorme influencia.
Más de lo mismo ocurrió en San Sebastián (10 noviembre), agravado, además, porque el Barça, y por vez primera esta temporada, se quedó seco. No solo en el marcador (perdió 1-0), sino también en el remate: 11 tiros, ninguno a portería.
Dos partidos, dos derrotas, dos piezas distintas (Ferran Torres ante Osasuna; Fermín frente a la Real) y el Barça sigue sin encontrar respuestas convincentes a ese problema que distorsiona al mejor ataque de la Liga, capaz de sumar hasta 40 goles en las 13 primeras jornadas, con una media de tres tantos por encuentro.
Si el dolor en el tobillo derecho de Lamine Yamal no remite en las próximas horas le corresponde a Flick hallar ese remedio para que su delantera no se desfigure sin la presencia de un adolescente, de 17 años, que se ha convertido en una pieza tan valiosa como insustituible.
Primera lesión en año y medio
Hasta que se lesionó en Belgrado, Lamine Yamal lo había jugado todo: 16 partidos de 16 posibles (siete completando los 90 minutos), por lo que el desgaste físico era más que evidente.
Y el tobillo, tras sufrir un golpe en la Champions, envió el primer mensaje de que tocaba parar. Un mensaje que obliga a Flick a reaccionar valorando el triple compromiso mientras el joven delantero vive un territorio desconocido.
En la pasada temporada, Lamine Yamal llegó a jugar 60 partidos (50 con el Barça y 10 con España), sin perderse ni uno solo por lesión. Si no juega en Vigo será el segundo de este curso de baja.