No tenía que ser su temporada, pero él, rebelde como es, tozudo como acostumbra, se ha salido con la suya. Raphinha no es solo el capitán del Barça sino que, además, es otro jugador. En un par de meses, y de la mano de Flick, se ha reinventado como jugador. A veces es extremo zurdo, pero no fijo ni pegado a la banda sino con movilidad, ampliando su foco por todo el frente de ataque. Y Hansi Flick acabó jugando durante 11 minutos con hasta cinco delanteros: Lamine, Lewandowski, Ferran Torres, Raphinha y hasta Ansu Fati.
Asistencia y gol del capitán
Tuvo impacto el brasileño, reconvertido por Flick en un multiusos. Ante la ausencia por sanción de Eric García le tocó actuar en el centro del campo junto a Marc Casadó y Pedri. Ejerció de interior derecho Raphinha formando un venenoso triángulo en ese costado con Koundé y Lamine Yamal. Suya, del brasileño, fue la asistencia a Lewandowski en el 1-0, suyo fue el 2-0, cazando un rebote en el área tal si fuera un viejo delantero centro de toda la vida.
Pedri se entona
En la primera parte, el joven canario, con el ‘ocho’ que fue de Iniesta, completó un gran partido. Se movió con astucia en los reducidos espacios que dejaba el Young Boys, clave en el 2-0 con ese giro y disparo con la pierna izquierda que se convirtió en una asistencia de gol porque rebotó en dos defensas del equipo suizo antes de que Raphinha anotara el 2-0.
Pero luego sí que sirvió Pedri una precisa asistencia con un centro, medido, cuidado y oportuno, a la cabeza de Iñigo Martínez en el 3-0. Apenas falló cuatro pases en 45 minutos y luego, recién iniciada la segunda parte, ofreció un solidario ejercicio defensivo para recuperar un balón que le permitió ganarse la ovación de Montjuïc. Se marchó escuchando como la afición coreaba su nombre.
Iñigo se estrena y firma el primer gol de cabeza
Agonizaba la primera parte cuando Pedri permitió a Iñigo Martínez elevarse con elegancia por encima de la defensa suiza para rubricar el 3-0. Un gol que tenía muchos mensajes encubiertos. Era a balón parado. Falta lateral –mini córner pareció- desde la banda derecha para que el central vasco rompiera una mala racha del Barça de Flick.
Era su gol número 29 de la temporada y el primero con la cabeza, acabando con ese déficit en el juego aéreo. Luego, Iñigo, más ofensivo que nunca, asistió en el 4-0 a Lewandowski. Otra jugada nacida a balón parado. En este caso sí que era un córner auténtico servido por Raphinha para el segundo palo donde apareció el central que dejó solo a Lewandowski.
Robert, goles en el área pequeña
Tras quedarse seco en Pamplona, el ‘nueve’ del Barça se reencontró con el gol. Mejor dicho, con los goles. Tres disparos, dos a puerta de Lewandowski, dos tantos. Ambos dentro del área pequeña en una clara prueba de que Flick sigue insistiendo en que se le suministren balones al polaco.
Acciones trabajadas, como en el 1-0, o ensayadas, tal y como ocurrió en el saque de esquina previo al 4-0. Suma nueve goles esta temporada, cinco de ellos dentro del área pequeña. Y ocho de esos nueve tantos han sido, además, al primer toque.
Hasta aparecieron Ansu Fati y De Jong y debutó Andrés Cuenca
Ya con todo liquidado en la segunda mitad, Flick introdujo dos cambios: Héctor Fort por Pau Cubarsí y Ansu Fati por Pedri. O sea, el técnico no quitó a ni uno solo de los cuatro delanteros que había colocado en su once inicial. No estaba cómodo con tan numerosa nómina sino que la aumentó hasta cinco con la aparición del exjugador del Brighton. Apenas duró 11 minutos esa versión tan ofensiva.
Con la entrada de Pau Víctor por Lewandowski y de Frenkie de Jong por Lamine Yamal se modificó la estructura ofensiva del Barça. Al polaco no le gustó el cambio. Quería seguir en el campo. A Lamine, tampoco. Le costó llegar hasta el banquillo, lento y parsimonioso como eran sus andares.
Montjuïc recibió a los ‘nuevos’ con espectaculares ovaciones. Primero, a Ansu; luego, a De Jong. Y en los últimos instantes, Flick abrió la puerta del primer equipo a otro joven central de 17 años. Se llama Andrés Cuenca y formó el eje de la zaga con Koundé, mientras Héctor Fort quedaba destinado al lateral derecho.