Con su casco dorado de campeón del mundo y el trofeo que le acredita como tal. Así de acompañado se sienta Jorge Martín (San Sebastián de los Reyes, Madrid, 1998) para charlar con EL PERIÓDICO días después de tocar el cielo en el Mundial de MotoGP, pero también de estar en el centro de la polémica por su fallida aparición en La Revuelta. El ruido no le molesta, le da igual. Está en uno de los momentos más felices de su carrera y, como él dice, por fin «se ha hecho justicia».,
¿Cómo han sido los últimos días? Caóticos, ¿no?
Estoy bien, contento. La verdad es que estoy disfrutando mucho del momento. Está siendo muy especial. Tengo ganas de seguir disfrutando. Lo estoy asimilando también todo un poco.
¿Cuesta un poco aterrizar? Ser campeón del mundo pasó de ser un sueño a realidad.
Lo he revivido, porque lo he visto varias veces. Tengo muchísima ilusión, pero sí que es verdad que lo voy asimilando poco a poco. Estoy muy contento. Aún, me late el corazón fuerte y esto espero no perderlo.
¿Y cómo han sido los días de después?
Mejor de lo que me pensaba. Ha sido mucho más bonito y emocionante de lo que me esperaba. Luego, los días posteriores también han sido guays: he tenido los test con Aprilia, pero también días en La Rioja para descansar y desconectar. O sea que estoy muy contento, y ahora quiero seguir disfrutando. Tengo mil compromisos, eventos y también tengo que sacar tiempo para mí para disfrutar. Pero estoy feliz de cómo está yendo todo.
¿Cómo se bajan las pulsaciones?
Bueno, es que tampoco quiero bajarlas [ríe]. Tuve un pico de felicidad bestial el dia de la carrera, pero luego tuve que probar la nueva moto y volver otra vez al pasado. Sobre la marcha, tampoco fuerzo nada. Acepto lo que me viene y disfruto de lo bueno. Y en cuanto a las otras cosas que pasen, me centro en disfrutar y en lo que puedo controlar.
Usted fue el protagonista, casi por accidente, de la polémica entre El Hormiguero y La Revuelta por la prioridad en cuanto a ser entrevistado. ¿Cómo vivió esos momentos de tensión y todo lo que se ha comentado luego?
A mí no me afecta lo que se opine de mí. Entonces, yo sé muy bien lo que ha pasado. He ganado un Mundial y entiendo que ambos [Pablo Motos y David Broncano] quieren que vaya. Y yo quiero ir a ambos sitios. Quiero al final llegar a todo el mundo y que se conozca mi historia. Pero hasta ahí puedo leer.
Se ha creado una tensión respeto a los dos programas y los discursos entre ambos han sido duros. Usted se encuentra en medio.
No lo puedo controlar. Estoy disfrutando del momento y esto no va a ensombrecer nada. Estas cosas que hacen mucho ruido rápido vienen y rápido se van. Entonces, al final lo que queda es este Mundial y que vamos a hablar de él mucho tiempo.
Cuando se proclamó campeón dijo mucho que se había hecho justicia. ¿Con quién y por qué?
Esto viene un poco de Aleix, porque un día le deseé suerte y él me dijo: «No, suerte no. Justicia». Se me quedó grabado. Y tenía razón, ¿no? Después de todo lo que me ha pasado y por lo que he pasado, para mí la justicia era ganar el Mundial y lo he conseguido. Sobre todo la justicia era por mí. Porque al final soy yo el que más sufre las cosas y el que se lleva todo el peso. Entonces, por mí y mi equipo más cercano, creo que nos lo merecíamos.
Han sido meses complicados. Desde la grave lesión en 2022 hasta ahora, pasando por la decisión de Ducati de no contar con usted y su fichaje por Aprilia. Es también un premio a todo lo sufrido.
Ha sido una recompensa al trabajo de toda una vida. Desde que empecé a los seis años. Al principio era un hobby, luego poco a poco se fue profesionalizando más. Pero mi trayectoria en MotoGP tuvo muchos altibajos: momentos muy buenos, momentos muy malos, victorias, caídas… Luego tuve un año difícil en el 2022, en el 2023 me rehíce. Aprendí de todo eso para ganar. Nos lo merecíamos más que nadie y lo hemos conseguido.
¿Cómo ha sido para su familia?
Una pasada. Es un privilegio llegar aquí y ganar MotoGP. Para mi familia es muy importante. Ellos iban a las carreras en los 90 a ver a Crivillé y ahora, que yo sea ese ‘Crivillé’, es una pasada. Lo están disfrutando mucho. Este título, quizá sea mío en un 20%, pero esto es de mi gente, de mi familia, de mi equipo, de mis amigos y de toda esa gente que me ha apoyado.
¿Cómo fue el momento? No sé si ha recordado mucho el cruzar la meta, la celebración luego, cuando se juntó con su equipo después.
Lo he revivido mucho. En el momento no me lo creía. Me derrumbé nada más cruzar la línea de meta. Vi a Aleix [Espargaró]. Fue la primera persona con la que lo celebré y fue increíble. Los dos empezamos a llorar. Él porque era su última carrera, yo porque había ganado el Mundial. Fue muy bonito. Luego, la celebración fue increíble, preciosa. Espero que no acabe y pueda seguir celebrándolo más días.
¿Cómo se sueña después de esto? ¿O en qué sueña?
Espero que esto sea el inicio, espero. Al final no sé lo que me va a deparar el futuro, pero lo que está en mi mano es trabajar y seguir esforzándome. Eso lo voy a hacer. Yo, al final, sueño con que cuando me retire pueda estar orgulloso de lo que he hecho. Y de que se me recuerde. Y que se pueda decir: «Jorge Martín ha sido una persona importante en las motos». O sea, trascender, ¿no? No solo por ganar. Trascender y tener un legado del que pueda estar orgulloso el resto de mi vida.
El día después del Mundial tuvo que subirse a su nueva moto, iniciando nueva etapa con Aprilia. Casi no le dio tiempo a saborearlo.
Ahora quiero parar. No quiero pensar en el futuro, quiero parar. Luego ya cuando empiece a entrenar en enero ya me pondré con los ojos en los tests. Pero ahora, parar. Me viene un reto muy grande por delante que es llegar a ganar con una fábrica nueva, que esto muy poca gente lo ha hecho. Es un buen reto, es bonito, y creo que tengo el potencial para hacerlo. Pero ahora mismo no tengo expectativas, ni altas ni bajas. No las tengo. Quiero empezar y ver qué pasa, y luego ya empezaremos a tener más o menos expectativas. Pero lo importante es ser mejor, trabajar bien y ya está.
Le toma el relevo Aleix, su mejor amigo dentro del paddock.
Lo que se puede ver, que lo ve todo el mundo, es que la moto hay días que va bien, días que va mal, otros que va muy bien y días que es inconducible. Entonces, creo que puedo dar quizás esa regularidad a este proyecto. Soy un piloto que voy rápido en todos los circuitos. Lo hemos visto este año, no en función de la pista, y esto puedo aportarles esa regularidad.
Este año el Mundial se ha decidido en las carreras al sprint, donde ha estado intratable, además de las carreras del domingo.
Se gana el sábado y el domingo. Los puntos se reparten por igual a nivel porcentual. Es lo mismo. Se reparten más puntos y si tú te lesionas, es lo mismo que si te lesionabas cuando no había. Para mí es lo mismo. Tienes que estar más alerta y obviamente hay más momentos de tensión, más salidas, más riesgo. Pero al final es estar preparado para todo. Quizá ahora gana el piloto más completo, antes el que tenía mejor ritmo. Ahora da la posibilidad al que tiene más velocidad, entonces yo creo que te hace ser más completo.
Le quedan unos pocos días de descanso. ¿Qué toca ahora?
Voy a intentar disfrutarlo. Me vienen muchas cosas por delante, muchos eventos, muchos compromisos. Quizás en otra época me hubiese agobiado mucho, pero ahora sé que es lo que me toca. También quiero disfrutarlo. Que me lo he ganado. Cuando ya comience a entrenar, empezaré a cambiar un poco el chip, a mentalizarme para lo que viene. Pero ahora quiero disfrutar del momento y sacar tiempo también para mis hobbies y las cosas que me gustan.
Este parón viene bien para recuperar cosas que durante el año no caben en su día a día.
Me ocupa el 100% de mi tiempo, de mediados de diciembre hasta final de noviembre lo tengo dedicado a las motos. Sí que, obviamente, tengo algún día o un fin de semana que puedo irme de vacaciones a la playa o salir con mis amigos. Pero le hablo de cuatro días al año. Ahora puedo disfrutar un poco más y pasar tiempo con ellos.
¿Qué Jorge veremos el año que viene? Ahora será el campeón del mundo. Es una etiqueta nueva.
He cambiado mucho mi mentalidad y no soy nada resultadista. Le puedo decir que van a ver a un Jorge Martín mejor. Eso se lo puedo asegurar. No le puedo asegurar que vaya a tener mejores resultados, pero sí que voy a ser mejor. Porque voy a ser mejor piloto. Porque voy a ser mejor persona. Porque voy a trabajar mejor en mi físico. Pero eso no indica que vaya a ganar el Mundial. Ganar el Mundial o no, no define cuánto de bueno es alguien. El domingo pasado podría no haber ganado y hubiese sido la misma persona, el mismo piloto que ahora. Pero sí que entiendo que los resultados, al final, son importantes. En definitiva, espero ser una mejor versión de mí.