La Junta General de Accionistas del Valencia CF ha durado menos que un suspiro. Los accionistas minoritarios podían volver a acceder con una sola acción y regresaron dispuestos a expresar su malestar. Y así lo hicieron, desde la llegada de Layhoon Chan, Javier Solís, Germán Cabrera, Ana Julia Roselló, Kim Koh y el resto de la Junta estuvieron cantando contra ellos para expresar su malestar y su voluntad de que abandonen la entidad.
“Peter vete ya”, “Diles que se vayan” o “Solís canalla fuera de Mestalla” fueron algunos de los cánticos mientras que algunos accionistas preguntaban a los miembros valencianos de la mesa si no les daba vergüenza trabajar para Meriton Holdings. El griterío no cesó mientras Germán Cabrera avisaba de que cancelarían la Junta si no había silencio. Empezó a hablar Layhoon, pero Mestalla volvió a elevar la voz.
Cinco minutos después, los miembros de la Junta decidieron abandonar sus asientos en medio de los gritos y los abucheos de la gente. Ya con ellos en las entrañas del estadio, un accionista se dirigió al resto para poder de manifiesto que “no han aguantado ni cinco minutos de cítrica”, lo que fue aplaudido por los presentes. También se dirigió al resto José Antonio Pérez, presidente de Libertad VCF a señalar al resto de accionistas que la Junta era ilegal porque tenían que salir a votar los puntos del día.
Tras un pequeño intento de Germán Cabrera de salir a reanudar la Junta y de A Julia Roselló señalando que podían dejar constar en acta lo que quisieran, el club empleó sus redes para señalar que se pasaba directamente a votar los puntos del día sin hablar del Orden del Día. Los accionistas minoritarios se quedaron en el estadio.
Sin ruegos y preguntas
En el Orden del día de la Junta quedaba suprimido el punto de ruegos y preguntas de forma presencial, emplazando a los accionistas a realizar las cuestiones por vía telemática. Estas preguntas serían respondidas algunas por los miembros de la Junta en Mestalla y otras vía telemática en los siguientes siete días, pudiendo escoger de qué hablar públicamente y de qué no.
A la Junta General de Accionistas se ha permitido de nuevo el libre acceso de accionistas -celebrándola un jueves (¡a las 12 de la mañana!)-, pero la voz de los accionistas cara a cara con la Junta no iba a ser escuchada. Al más puro estilo dictatorial. Para más detalle, cabe señalar que no se facilitó wifi a los periodistas asistentes a cubrir la Junta.