Es verdad que el madrileño Jorge Martín (Ducati) y el italiano ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati), separados por 20 puntos cuando aún restan por disputarse 111 al quedar todavía tres grandes premios en Tailandia, Malasia, los dos próximos fines de semana, y cierre en Valencia, a mitad de noviembre, están protagonizando un gran campeonato, pero no es menos cierto que sin la recuperación, el coraje, la determinación y el show que escenifica el catalán Marc Márquez, el Mundial no tendría demasiados alicientes.
El ocho veces campeón del mundo de motociclismo atesora unos números muy llamativos en su primer año con Ducati y, encima, a lomos de la ‘Desmosedici’ del año pasado. Márquez está por delante de todas las motos oficiales menos de los dos pilotos punteros de la marca de Borgo Panigale, a los que ya ha derrotado en tres grandes premios: Aragón, Misano y Phillip Island.
MM93 suma la friolera de 345 puntos, 195 más, es decir, la suma de ocho victorias, que la segunda Ducati 2023, pilotada por el italiano Fabio Di Giannantonio, que, por supuesto, no ha ganado ningún gran premio. Márquez se ha subido nueve veces al podio en 17 carreras y, sí, muchos consideran que aún tiene posibilidades matemáticas de ser campeón este año, aunque él insiste en que es “materialmente imposible”.
«El plan del 2024 ya se ha cumplido. Nos hemos recuperado fisicamente, hemos vuelto a ganar, volvemos a pilotar con una sonrisa en la cara y hemos conseguido la mejor moto para el 2025. La mejor manera de preparar el debut con la Ducati oficial es ganar carreras»
“¿El título?, no, no, es un año muy, muy, especial y ya hemos cumplido con creces el plan que teníamos diseñado para esta temporada: recuperarnos físicamente, volver a sentirnos piloto, pasármelo bien encima de la moto, sonreir, pelear por el podio si se puede, ganar alguna carrera ¡hemos ganado ya tres! y, lo más importante, conseguir una moto ganadora para el 2025. Lo que estoy haciendo ahora es preparar el 2025 ganando en el 2024”, comenta Márquez a El Periódico tras su triunfo en Phillip Island, nueve años después de su última victoria en Australia.
Quienes conocen bien a Márquez aseguran que, pese a que no lo verbalice, él peleará hasta el último día por ganar el título y, sobre todo, por quedar lo más arriba posible, si puede ser en el podio del Mundial, pues lo conseguiría, insisto, con una moto del año pasado. “El día que firmé por Ducati, Gigi Dall’Igna, jefe técnico de la fábrica italiana, ya me dijo lo que tendría y, a partir de ese momento, trato de pilotar pensando que tengo la mejor moto. Luego, en pista, veo que las 2024 tiene alguna cosita más, pero yo puede plantarles cara en muchos circuitos y eso me hace feliz, muy feliz”.
Una cosa está clara después de comprobar que Márquez ha ganado tres de los últimos seis grandes premios que se han disputado, el catalán se ha convertido en el juez, en el árbitro, de este Mundial. Ha dejado ya atrás al italiano Enea Bastianini (Ducati) en la pelea por el bronce de la temporada y, ahora, cree que, en Cheste (Valencia), el último fin de semana del año, volverá a tener oportunidad de ganar. Ve muy complicado sorprender a Martín y Bagnaia, este fin de semana, en Tailandia y, el siguiente, en Malasia.
“Martín va primero, ya con 20 puntos de ventaja sobre Bagnaia y, en ese sentido, es mejor estar delante que detrás, liderar que ser el perseguidor. Por tanto, Martín es el gran favorito para ganar el título”, comenta el líder del Gresini Racing Team Ducati. “Pero…, sí, pero creo que tanto Enea como yo podemos complicarles la vida. Martín tenía marcado Phillip Island para arañarle puntos a Bagnaia y ha sumado 10 más. Ahora, cuenta ‘Pecco’, vienen dos circuitos donde él cree que va a poder superar a Jorge. Veremos, veremos”.
La victoria en Australia y la contundencia con la que Márquez superó y relegó a la segunda plaza a Martín desmienten, por completo, las sospechas de amaño (‘biscotto’ le llaman ellos), de las que empiezan a hablar en Italia, que temen que los españoles marginen a Bagnaia
Márquez cree que, de momento, los dos favoritos “están teniendo la suerte de que el clima nos respeta, pues, en caso de lluvia, yo veo mejor a Martín que a ‘Pecco’. Y, sí, claro en caso de inclemencias, yo puedo pelear también por la victoria. Pero, insisto, para volver a tener alguna opción de título, han de pasar cositas, lio y que fallen los dos, no solo uno”.
Lo que es evidente es que en Italia ya han empezado a hablar del famoso ‘biscotto’ (galleta, bizcocho, que es como llaman al tongo en Italia), es decir, que Márquez ayudaría a Martín para impedir que Bagnaia repita título. Los entornos de los dos campeones españoles consideran que eso es hablar por hablar y una auténtica barbaridad. “Si el ‘biscotto’ empieza con Marc restándole cinco puntos a Jorge en Australia, me rio yo del ‘biscotto’”.
El problema de los italianos es que jamás olvidarán cuando, en 2015, Jorge Lorenzo se proclamó campeón sin ser atacado por las dos Honda de fábrica de Márquez y Dani Pedrosa, que sí relegaron a la cuarta plaza a Valentino Rossi, facilitándole el título al mallorquín. Claro que aquel (y eso parecen olvidarlo también los italianos) fue el año de la patada del ‘Doctor’ a Márquez, agresión difícil de olvidar.
Cuando el domingo le preguntaron a Bagnaia si le había agradecido a Márquez haber derrotado a Martín, reduciendo así la sangría de puntos en Phillip Island, el bicampeón de MotoGP se hizo el loco y dijo “puede que se lo pregunte, sí, aunque yo creo que Marc va a correr los tres grandes premios que quedan con la mentalidad de ganarlos y de ganarnos a Jorge y a mí, eso lo tengo clarísimo”.
“La pelea por el título será durísima, pues ahí están Marc y Enea, que también pueden ganar en cualquiera de los tres trazados que quedan”, señaló ‘Matinator’. “Todo sigue estando en el aire, todo es muy imprevisto. Puede llover en cualquier sitio y complicarnos la vida. Una caída, ahora, sería decisiva para los cuatro. Y está todo muy igualado. Mira, en Japón perdí 11 puntos con respecto a ‘Pecco’ y aquí, en Australia, he recuperado 10”.