No es algo nuevo en el Espanyol, ya que la indignación de la masa social viene de lejos, pero el mal momento del equipo con siete derrotas en las ocho últimas jornadas ha vuelto a enervar a los hinchas pericos, que tienen muy claro el primer culpable de la situación caótica del club: la cúpula directiva liderada por Chen Yansheng, dueño de Rastar Group.
Más de 200 aficionados se concentraron este jueves en la sede del consulado chino en Barcelona, ubicado en la avinguda del Tibidado número 34, para criticar la gestión del dirigente chino. La frustración y el enfado se reflejó en los gritos de una afición que tuvo el «Chen go home» como cántico estrella.
Marcha pacífica
La concentración, vigilada por un dispositivo de los Mossos y policía secreta, se desarrolló de forma pacífica, tal y como se solicitaba en la convocatoria. «Basta ya de humillaciones, están destruyendo nuestra historia», se escuchó entre los gritos de una afición cada vez más dolida por los acontecimientos.
Aunque se tuvo que cortar un sentido del tráfico, la protesta transcurrió sin incidentes. Cánticos, banderas y pancartas fueron los protagonistas de una acción convocada a través de las redes sociales mediante el hashtag #ProuChen. La protesta contra la propiedad continuará este sábado antes y durante la cita contra el Celta en el RCDE Stadium.
La junta, el 4 de diciembre
Chen aterrizó en el club perico en enero de 2016 con el sueño de llevar al Espanyol a la Champions en un plazo de tres años, tal y como proclamó en su presentación. La realidad ha sido muy distinta. Nueve años después de su desembarco, el club malvive lastrado por una economía de guerra. Acumula dos descensos en apenas tres años y el futuro no pinta nada bien.
La crisis deportiva coincide con la junta de accionistas, que se celebrará el próximo miércoles 4 de diciembre. El panorama no puede ser más desalentador para la afición de un Espanyol que ocupa la penúltima plaza en la tabla después de dos dolorosos batacazos ante el Barça (3-1) y el Girona (4-1).