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Eva Díez (Barcelona, 1983) se ha convertido en un fenómeno en la Queens League, y aunque hace tiempo que tiene un nombre propio en el deporte, no siempre ha ido de la mano del fútbol. La que fuera campeona de España de boxeo es ahora una de las máximas goleadoras de la competición femenina creada por Gerard Piqué.
El próximo 21 de diciembre, espera disputar junto a su equipo, El Barrio, las finales de la competición que tendrán lugar en Tenerife, y asegura que ganar la competición es uno de los pocos sueños deportivos que le quedan por cumplir. “Sería fantástico. Entraría en mis recuerdos favoritos tras ascender con el Levante Las Planas a Primera y ganar el campeonato de España de boxeo”, afirma ‘Evita’ a EL PERIÓDICO.
Y eso no es poco, pues la delantera del club azul lleva toda una vida dedicada al deporte. “He visto cómo ha crecido el fútbol femenino. Cuando yo jugaba, a duras penas conseguíamos no pagar y ahora hay mucha gente interesada. Creo que la Queens League también ha tenido un papel en este cambio”, afirma la jugadora de El Barrio.
Reconocimiento y críticas
“Me reconoce mucha más gente por la calle ahora que juego en la Queens que cuando jugaba en Primera División a fútbol. Es un fenómeno de masas que ha conseguido enganchar a mucha gente, sobre todo a los más jóvenes”, reflexiona. Esta relación entre ambos deportes no siempre ha sido positiva o, al menos, comprendida.
“Es normal que haya gente que no lo entienda. El problema en parte es que le llaman fútbol, pero solo se parece al fútbol en que se marcan goles. Las reglas son distintas, la duración, el terreno… En la Queens no puedes celebrar la victoria hasta que termina del todo el partido porque un 4-0 se te da la vuelta fácil con una carta o una tirada de dado”, explica la jugadora. Evita se refiere a las críticas del sector más purista del balón, que consideran que esta versión del deporte no es acertada. “Sin duda, un purifanático del fútbol no entenderá la Queens, pero hay que verlo como un producto diferente, con mucho show, dinámico y cambiante”, asegura.
Cada vez más jugadoras optan por enviar sus vídeos al proceso de selección de esta liga conocido como draft. “Hay muchas aspirantes, y eso a los clubs catalanes no les debe hacer mucha gracia. Pero es que el proyecto es muy potente, ya no solo económicamente, sino en general”, explica.
Una vida de fútbol y boxeo
Para Evita, el fútbol ha sido su vida, pero desde hace 11 años, también lo ha sido el boxeo. “Vino por casualidad. Un amigo me convenció de ir a probar y desde el primer día el entrenador me dijo que se me daba excepcionalmente bien. En menos de un mes estaba ya en el ring y al año compitiendo. Pero no es habitual llegar tan lejos empezando tan tarde”, explica la púgil. Empezó con 30 años, pero desde aquél momento, los guantes han formado parte de su vida diaria.
“Combinarlo al principio no era fácil. Llegaba muerta a casa por las noches. Trabajaba envasando fruta por las mañanas y por las tardes entrenaba boxeo y después, menos los martes, todos los días doblaba en fútbol. Si le añadimos los desplazamientos de partido… Era extenuante”, recuerda. Fue entonces cuando tuvo que elegir. “Llevaba mucho tiempo entregándome al fútbol y decidí apostar fuerte por el boxeo. Dio buenos resultados, pero tras hacerme profesional y lesionarme la mano, llegó la pandemia y luego volví a darle una oportunidad al fútbol”. El boxeo, según afirma, la ayudó mucho a mejorar su ‘performance’ en el fútbol. “El cardio que gané boxeando era brutal”, remarca.
Ahora lleva un ritmo algo inferior, pero igualmente exigente. Con la Queens entrena dos días y de lunes a viernes boxea por las tardes. “Por suerte ahora trabajo de comercial en Mercabarna y no hay desplazamientos porque jugamos siempre los sábados por la tarde en el Cupra Arena”, explica. A sus 41 años, Evita sigue teniendo temporadas por delante. “Mis compañeras al principio no se creían la edad que tengo. A veces aun tengo que enseñar el DNI a algún incrédulo, pero es que el deporte me ha mantenido siempre en muy buena forma física”, justifica.
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