Éder Militao no pudo reprimir las lágrimas. El dolor, físico y emocional, brotaba de muy adentro. Acababa de lastimarse la rodilla derecha en el minuto 26 del partido que enfrentaba al Real Madrid con Osasuna. El Santiago Bernabéu quedó en silencio mientras veía cómo el personal de la Cruz Roja sacaba en camilla al central.
El recuerdo pesaba. El 12 de agosto de 2023, Militao ya se rompió el ligamento cruzado anterior de esta misma rodilla, la derecha. La lesión lo apartó del equipo durante siete meses, volvieron a una convocatoria de su equipo en marzo de 2024. Los fantasmas volvieron a acechar a Militao mientras se llevaba las manos a la cara ante el terror de sus compañeros, consientes de lo que le venía encima.
Poco antes de que volviera a caer Militao, quien tampoco pudo reprimir sus lágrimas fue Rodrygo, en su caso por una lesión muscular. El delantero sí se quedó en el banquillo, con un aparatoso vendaje y una bolsa de hielo. Rodrygo, titular contra Osasuna, no pude tomar la ansiada continuidad en una temporada muy difícil para él, siempre por detrás de Vinicius y Mbappé e incapaz de ganarse un puesto.
También resultó lesionado en el primer acto frente a Osasuna Lucas Vázquez, también con una dolencia muscular. Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, se vio obligado a aguantar a Lucas Vázquez para no gastar otra ventana de cambios. Con Carvajal lesionado para toda la temporada, el Real Madrid se queda de repente sin lateral derecho.