Ya tiene lo que buscaba. Y ya tiene Joan Laporta, el presidente del Barça, lo que necesitaba. Buscaba “el mejor acuerdo de equipamiento deportivo en la historia de la industria del fútbol”. Y desde este sábado ya lo tiene el dirigente azulgrana, quien ha sellado con Nike un pacto estratosférico de larguísima duración –acabará en 2038, dentro de 14 años- que permitirá al club ingresar 1.700 millones, cifra jamás alcanzada hasta ahora en este sector. Era el contrato que necesitaba Laporta. Y el Barça.
No hay, sin embargo, rastro alguno de todos estos detalles en el comunicado, efectuado de manera conjunta por el Barça y Nike. Se limitan a explicar que «se complacen en anunciar el comienzo de un nuevo acuerdo multianual de ‘partnership’, que tendrá vigencia a partir de esta temporada». Este acuerdo, que es histórico por la dimensión del mismo, debe ser ratificado por la Asamblea de compromisarios del Barça.
Dos fases y progresivas
Ahí está una de las claves del pacto alcanzando. Es un acuerdo progresivo, que tiene dos fases. La primera incluye cuatro años (2024-2028) permitiendo a la entidad azulgrana mejorar sus ingresos en torno a unos 50 millones más. Se pasa, por lo tanto, de los 60 actuales del viejo contrato, ya revocado, a los 100 que percibirá el club, quien ya lo había marcado en los presupuestos de este curso, optimista como era con el desarrollo de las negociaciones.
En el segundo plazo, que durará una década (del 2028 al 2038), las condiciones serán aún mejores para el Barcelona porque cobrará 60 millones. O sea, de 60 a 100. Y de 100 a 120, incluyendo la prima de renovación, fijada en 100 millones más, que será prorrateada a lo largo de la duración del nuevo contrato.
Adiós a la ropa deportiva propia
Pero esas negociaciones no han sido nada fáciles. Se han vivido tensiones de todo tipo. Hasta conflictos judiciales. El Barça, que tenía contrato hasta 2028, quería mejorar, sí o sí, las condiciones. Y con efecto inmediato. Llegó incluso el club a plantearse la creación de una ropa de marca deportiva propia, algo que los grandes equipos europeos y mundiales no poseen.
Era una manera de presionar a Nike, al tiempo que le empujaba a una posición de inferioridad ante una supuesta oferta superior de Puma, la multinacional alemana que equipa, entre otros, al Manchester City y todos los conjuntos de su grupo, entre ellos el Girona.
«Un nuevo modelo»
Nike esgrimió, y avalado por la resolución de la Audiencia de Barcelona, que ese contrato no se podía romper, como pretendía la junta de Laporta. De hecho, hasta el presidente obvió citar el nombre de la multinacional estadounidense en la pasada Asamblea de compromisarios, retratando así las profundas diferencias que existían entonces.
Todo se ha precipitado, sin embargo, en esta semana cuando el presidente convocó, y de manera urgente, a su junta el pasado viernes para comunicarles que se habían resuelto las diferencias con Nike, por lo que el acuerdo era total. Fue una cumbre por vía telemática. Y los directivos, tras escuchar a Laporta, supieron que era cuestión de horas que se oficializara el pacto.
Eso ocurrió en el mediodía del sábado cuando el Barça informó, pero sin dar detalle alguno, sobre el contrato que perseguía Laporta para colocar, ahora mismo, al club en el primer lugar del patrocinio deportivo. «Es un nuevo modelo de asociación estratégica», indicó la entidad azulgrana en su comunicado, precisando que se trata de «un modelo único» para fusionar ambas marcas «impulsando el crecimiento del negocio global del ‘retail’ y licencias».
Núñez, Bartomeu, Laporta…
Pero tampoco se precisó el impacto que tendrá el acuerdo en BLM, la empresa que licencia la ropa deportiva del club. «Es la joya de la corona», no para de recordar Laporta, que se convierte con esta firma en el tercer presidente que firma un contrato multimillonario con Nike. El más elevado en la historia del club.
«Se pudo hacer en agosto, pero no quisimos», argumentó Laporta antes de la Asamblea de compromisarios del pasado mes de octubre justificando esa decisión porque en estos tres meses que han pasado hasta la firma ha podido obtener mejores condiciones económicas para el club.
El primero fue Josep Lluís Núñez, quien llegó a un acuerdo en 1997, pero obligaciones contractuales con Kappa retrasaron el estreno oficial hasta 1998. El segundo fue Josep Maria Bartomeu, quien lo suscribió en 2016 aprovechando el impacto deportivo del triplete del Barça de Luis Enrique con el tridente Messi-Neymar-Luis Suárez. Era un contrato hasta 2028, pero ocho años después de ser suscrito se ha tenido que renegociar, aprovechando Laporta esa oferta de Puma unido a la ola de entusiasmo que ha desatado el ‘Flick Team’ liderado por jóvenes como Lamine Yamal o Pau Cubarsí, que parecen haber enterrado, y ya para siempre, la depresión post Messi.
De esta manera, el Barça se encarama al primer podio del patrocinio deportivo porque ya ingresará esta misma temporada 100 millones de euros anuales, que le permitirá tener alivio económico para el ‘fair play’ salarial. Pero no impactará por completo, sino de manera progresiva. Aunque Laporta ya tiene el contrato que necesitaba. Es, por ahora, el mejor del mercado.