Ansu Fati, otrora niño prodigio que batía récords de precocidad y llevaba al barcelonismo a pensar que algún día podría ser un digno heredero de Messi -luego llegó Lamine Yamal para cambiar el guion-, continúa con su vía crucis. Este miércoles, el club azulgrana informó de la última lesión del delantero de 22 años, una rotura en el bíceps femoral del muslo derecho que le mantendrá de baja unas cuatro semanas.
El Barça pierde así a otra pieza en la delantera ante las lesiones de Lamine Yamal (entre dos y tres semanas en la camilla), Robert Lewandowski (unos 10 días, el tiempo justo para volver después del parón de selecciones) y Ferran Torres, a quien se espera para principios del mes de diciembre.
Otra historia bien distinta es la de Ansu, malacostumbrado ya a gestionar tantos golpes físicos como emocionales.
Es ésta la temporada del regreso de su cesión al Brighton (cuatro goles en 27 partidos), donde tampoco pudo exprimir unas cualidades machacadas tras pasar hasta cuatro veces por el quirófano desde aquella maldita rotura del menisco izquierdo del 7 de noviembre de 2020 en un partido frente al Betis. El paseo por el infierno sigue.
Sólo siete partidos, sin goles
De hecho, y pese a que el técnico del Barça, Hansi Flick, decidió ofrecerle cobijo en el equipo, ya se perdió Ansu la gira estival en Estados Unidos en la que debía opositar a un puesto por culpa de una lesión en la planta del pie derecho.
No asomó el delantero hasta el 19 de septiembre, y lo hizo para jugar un par de minutos en la derrota continental en Mónaco. Desde entonces, Ansu a duras penas ha participado en siete partidos, sin haber logrado marcar o asistir. Sólo logró ser titular en el encuentro contra el Sevilla del pasado 20 de octubre, aunque con un rendimiento demasiado irregular como para volver a aspirar con garantías a un puesto en el once.
En su corta carrera, y desde su amanecer en la temporada 2019-20, Ansu se ha perdido ya 125 partidos por lesión, combinando traumatismos con lesiones musculares y decepciones deportivas.
Ansu, a quien su agente, Jorge Mendes, continúa buscando lugares donde relanzar su carrera, es una de las piezas que manejan en los despachos del Barcelona para hacer caja. Su contrato con el Barça no concluye hasta el 30 de junio de 2027. Aunque eso quizá sea ahora lo de menos.