Lo tiene clarísimo. Normal. Esta vez sí está ante la oportunidad de su vida. Y por partida doble. Si gana el sábado, campeón del mundo, el sueño, el auténtico sueño, de su vida, nada que ver con el título de Moto3. De lo contrario, queda toda la carrera del domingo. Hasta dos sextos puestos le son favorables y le convierten en el nuevo y flamante campeón del mundo de MotoGP. Jorge Martín ya ha decidido que no piensa volverse loco ni tener prisa por coronarse rey de la máxima categoría.
“Estoy tranquilo y muy confiado”, comentó este jueves ‘Martinator’ en Montmeló. “Hemos hecho todos, todos, un trabajo fantástico y, por tanto, confió tremendamente en coronar toda esta labor con la conquista del título. Vamos a por ello, desde luego. Quiero dedicarle el título a mis padres, a mi familia, a mis amigos, a mi equipo, a los periodistas que me habéis apoyado y seguido todo el año y, por descontado, a la afición española, que siempre está aquí”.
Abrazo sincero
Martín, que se fundió en un abrazo tremendamente amistoso con Pecco Bagnaia tras la conferencia de prensa del GP Solidario de Montmeló, aseguró que no espera nada extraña del bicampeón italiano. «Pecco es un modelo de piloto, es uno de los pilotos más limpios de la parrilla de MotoGP. Y, por tanto, no creo que vaya a hacer nada que nos cambie esa idea de él”.
Martín reconoció, eso sí, casi 15 días después que, tal vez, las primeras vueltas del GP de Malasia, en Sepang, donde se pasó hasta 13 veces con Bagnaia, tuvieron un punto de riesgo que, desde luego, no piensa repetir en ninguna de las dos carreras de este fin de semana.
“No me importa ser campeón el sábado y/o el domingo. Lo que no quiero es precipitarme pues, cuando me he precipitado, he cometido errores”, siguió explicando ‘Martinator’. “Si se produce el sábado o tengo opción de ganar el título en la prueba al ‘sprint’, cogeré esa posibilidad con los brazos abiertos, por supuesto. De lo contrario aceptaré pelearlo el domingo”.
Muy importante, mucho, tal vez ahí ha tenido mucho que ver su psicólogo. Martín se siente muy, muy, muy distinto al jueves del pasado año, en Cheste, Valencia, cuando se jugaba también el título con Bagnaia, aunque con menos puntos que él. “El año pasado idealicé mucho el hecho de ganar, estaba muy obsesionado con ganar. Es más, pensé que, si ganaba, me cambiaría la vida y eso ya no lo veo así, no. Pase lo que pase este fin de semana, mi vida no va a cambiar. Quiero ganarlo por mí, por mi familia, por mi gente, por mi equipo, por los periodistas que me habéis apoyado todo el año y, claro, por la afición de España”.
«‘Pecco’ es un piloto muy limpio y estoy convencido de que su comportamiento, en la pista, este fin de semana será correcto. No creo que vaya a querer que cambiemos la buena opinión que tenemos de él en esta carrera, ni siquiera jugándose el título»
Martín insistió: “Lo que no puedo hacer es el tonto, no debo precipitarme, no debo entrar en peleas absurdas, no quiero liarla e irme al suelo”. Preguntado por si teme que los demás pilotos puedan complicarles la vida, Martín fue muy tajante. “No creo, no. Este año, aquí, le sacamos 10 segundos al tercero. Hombre, lo normal es que, no sé, Marc (Márquez), Pedro (Acosta), Maverick (Viñales) o Enea (Bastianini) quieran ganar la carrera. Pero no, no espero nada raro”.
Ni que decir tiene que Martín reconoció, aunque no lo ha pensado en ningún momento, que dos sextos puestos, sábado y domingo, es suficiente para ser campeón. “El problema es que yo no sé correr para ser sexto. No sé cómo se hace eso. Yo corro a tope y siempre quiero ganar”.