Kylian Mbappé, jugador del Real Madrid y capitán de la selección francesa -aunque no haya ido a las dos últimas convocatorias- ha vivido un último semestre que ha sido una auténtica montaña rusa emocional. Desde la tormentosa salida del PSG hasta una adaptación incompleta al club blanco, pasando por una fallida Eurocopa y una investigación por una supuesta violación en el hotel donde estuvo en Suecia durante un permiso en un parón internacional. Temas, todos ellos, que ha tratado en la primera entrevista que ha concedido desde que llegó a la capital española.
«Me sorprendió. Siempre me sorprende. Son cosas que suceden y que no se ven venir. No recibí nada, ni una citación. Leí lo mismo que todos los demás. El gobierno sueco no ha dicho nada. No me preocupa. Es sólo falta de comprensión, porque nunca me he sentido preocupado por el ruido. Siempre tuve la misma intención, que es concentrarme en mi trabajo y ver cómo termina. Si la justicia me convoca, simplemente iré», dijo sobre la investigación abierta en Suecia, donde fue calificado de «sospechoso razonable», la categoría más baja que contempla la legislación de este país.
Fue la prensa de Estocolmo la que trató un tema del que no se ha vuelto a hablar, porque no han existido novedades. Se informó de que el presunto delito tuvo lugar en el mismo hotel en el que se hospedaron Mbappé y sus acompañantes. Estas informaciones no fueron confirmadas por una Fiscalía que, al menos oficialmente, no hace declaraciones sobre la investigación. La prensa francesa, no obstante, informó, citando fuentes anónimas del entorno del jugador, que Mbappé era consciente de que hay una acusación sobre él.
«Ni siquiera fue una tarde. Tenía cinco días libres, decidí irme. Tenía que ir a otro lugar, pero el entrenador me dijo que fuera a un lugar menos expuesto. Pero soy Kylian y se me ve en todas partes. Había mucha gente fuera de mi hotel. Cuando estoy en el avión, aterrizo y me entero de las noticias. Sigo hablando con la persona con la que pasé la noche», añadió sobre esta situación, que llegó en un momento en el que aparecían las primeras críticas por su rendimiento, tanto en el Real Madrid como en la selección francesa, después de un verano que se antojaba como liberador para el francés.
«Me han descrito como súper maduro. A veces los mensajes son sin hablar. La gente nos ve como robots. Somos humanos, como todos. La gente nos critica y nos elogia. Pero cuando golpea a tus seres queridos… Aquí (en Madrid) no tengo ningún contacto con la televisión francesa. No la miro. Son más bien mis seres queridos los que miran y me dicen», aseguró el galo, precisamente, a un medio de la prensa que más dura está siendo con él. Un grupo de periodistas sigue todos sus pasos en el Real Madrid, donde su rendimiento es examinado con lupa, más si cabe por los problemas que ha tenido don Deschamps, quien le ha dejado fuera en las dos últimas ventanas, según él, previo acuerdo.
Mbappé nunca ha eludido posicionarse, por eso ha respondido a todas las preguntas sin rodeos. En plena Eurocopa, se posicionó sobre las elecciones legislativas en un movimiento muy comentado. «Mi Francia es una Francia llena de diversidad, donde no imponemos a los jóvenes lo que deben ser. Crecí con nuestras diferencias en Bondy. En Mónaco conocí otra cultura. Siempre quise expresarme como ciudadano. Soy alguien abierto al diálogo. Cuando veo algo que me conmueve, respondo. Lo que estaba pasando en Francia, me conmovió. Somos ciudadanos franceses. No se me puede culpar por preocuparse por mi país», concluyó el capitán de los Bleus.
El que fuera ídolo del PSG no fue capaz de desprenderse del club francés. El club que dirige Nasser Al-Khelaifi no tiene intención de pagarle los 55 millones que el ahora jugador del Real Madrid le reclama. Considera que el jugador se coprometió verbalmente en agosto de 2023 tras ganar la Supercopa: «Pasara lo que pasara en junio, mi acuerdo con el presidente hace que todas las partes están protegidas».
La posición de Mbappé sobre lo vivido en sus últimos tiempos en el club galo es clara: «Tenía conflictos con la gente, defendí mis derechos como jugador, pero no representaba al club, nunca mezclé nada con los jugadores, con la gente de la cantera y de la plantilla. Los aficionados podrían haber sido más emotivos. Dicen que a Kylian no le importa. Piensan que para mí era un hobby, antes de ir al Madrid. Todavía veo los partidos del PSG, sé lo difícil que es hablar del PSG. Siempre he mantenido un vínculo con el club, no se corta así como así».
Ahora, el ‘9’ del Real Madrid quiere pasar página de todo en el Santiago Bernabéu, aunque sabe que no será fácil. «No es el mejor comienzo de temporada, pero nos estamos preparando para los trofeos, que es lo que cuenta. Ya ganamos la Supercopa de Europa. El inicio no está a la altura de lo que esperábamos, pero en el Real Madrid hay que esperar a la segunda parte de la temporada. Ahí eres juzgado», explicó, a la vez que habló sobre las diferencias de lo que vivió en París con el pulso emocional del madridismo, que ha tenido con él una actitud diferente a la de otras estrellas que no volaron desde el principio.
«La gente está contigo. Te apoya, es la cultura española, compartir. En París es otra cosa: ‘Demuestra que te debemos querer’. En Madrid, te dicen: ‘Ven con nosotros. Eres parte de la familia’. Tuve momentos en los que estaba cansado, pero no estaba deprimido. Hay personas que están muy deprimidas, tenemos que ayudarlas. En un momento me sentí agotado, porque no he descansado. He tenido decepciones deportivas. Pero lo otro es hablar por hablar, que es gratis», razonó un jugador con mil frentes abiertos, pero sin miedo a tratarlos.