Salma Paralluelo no ha jugado ningún minuto con el Barça esta temporada. Pese a no estar lesionada, desde el staff se ha querido ser prudente y parar a la jugadora. Salma llegó al Johan Cruyff hace dos temporadas y, desde entonces, lo había jugado todo. No solo con el club, sino también con la selección. Tanto en el Mundial como en la posterior Nations League y en los Juegos Olímpicos jugó todos los partidos. La carga de minutos en sus piernas era desmesurada, sobre todo teniendo en cuenta que, cuando ficha por el Barça en 2022, es cuando toma la decisión de dedicarse profesionalmente al fútbol. Para regular su desarrollo y tener cierta precaución en lo que se refiere a lesiones, el cuerpo técnico de Pere Romeu ha decidido parar y hacer un plan de compensación muscular para la futbolista.
«No os estemos escondiendo nada con Salma«, defendió el entrenador del Barça. «Sigue en el plan de readaptación. Es una jugadora que, como cualquier otro que requiere un plan de readaptación y a base de readaptación, tiene unas etapas donde hay un pequeño trámite que pueden ser más largo o no. Pero Salma está en una situación donde está haciendo casi cada día doble sesiones, se está exigiendo el máximo. Está en una mejora y un crecimiento abismal, así que todo pinta que en breves la podremos ver con el equipo», contó Pere Romeu.
En 2022 la vida de Salma Paralluelo tomó un nuevo rumbo. Dejó el Vila-real para fichar por el Barça. La extremo vivió sus primeros años en el futbol profesional en el conjunto groguet a la vez que también se dedicaba al atletismo. Allí emprendió el camino que se paró durante unos meses por una rotura del ligamento cruzado. La lesión que atemoriza a las futbolistas la mantuvo largos meses lejos del césped, pero a su vuelta volvió a brillar y el Barça la reclutó.
Fútbol y atletismo
Desde su infancia, Salma alternó fútbol y atletismo. Su cuerpo se desarrolló en consonancia, con unas piernas fuertes y una gran capacidad de sprint. Eso, aunque para el fútbol la hace diferencial, es solo una parte del trabajo físico necesario. Cuando empezó a vestir la camiseta azulgrana, el primer año que debía ser de adaptación se dio como si llevara años en el equipo.
Pasó de jugar 537 con el conjunto groguet a triplicar la cifra en su primer año en el Barça (1.614 minutos en todas las competiciones). El año pasado, el último como azulgrana, esos números siguieron subiendo hasta los 2.377 entre LigaF, Copa de la Reina, Supercopa de España y Champions League.
A todos estos minutos, hay que sumarles los que agregó con la selección, siendo clave para el equipo en los tres grandes campeonas que ha tenido en los pasados veranos.
Pausa y precaución
Viendo la dinámica de carga física que llevaba acumulada la futbolista, desde el club tomaron una decisión a inicio de temporada. Era el momento de darle un respiro. No para que descansara, sino para que, con un plan específico de entrenamiento, con el que descargara y reforzara todas las zonas musculares. Salma sigue aún dentro de este proceso.
Además de las dobles sesiones de entrenamientos diarias, también hace parte de los entrenamientos con el resto del equipo. El staff de Pere Romeu busca que todos los grupos musculares se desarrollen de manera que, cuando vuelve a jugar, esté en el mismo tono competitivo que sus compañeras, pero habiendo podido recuperar la sobrecarga a la que se ha sometido su físico tanto por su salto a futbolista profesional como por la gran cantidad de minutos acumulados.
Pere Romeu no podrá contar con ella para el partido de Champions contra el Sankt Pölten de este martes en el Johan Cruyff (18.45h, TV3, DAZN). Como tampoco con Fridolina Rolfö (por tendinopatia en la pierna izquierda) ni Martina Fernández (paramenincitis externa en la rodilla derecha). «[Sankt Pölten] no suele encajar muchos goles, físico condicional yque apreta bastante. Mañana será un partido exigente y competido», explicó el técnico azulgrana antes del duelo previo al clásico de este próximo fin de semana.