Puedo entender los intereses, las necesidades y, quién sabe, si los favores o agradecimientos que Eduard Romeu le debe al Barça, a Joan Laporta o a Alejandro Echevarria y, por tanto, entiendo por qué escribe lo que escribe restando importancia (“Objetivo cumplido, toca consolidar”) sobre los 91 millones de euros que ha perdido el Barça en su último ejercicio e, incluso, entiendo que se resista a pagarle el café (¡es una pasta!) que le debe a mi amigo Evarist Murtra, escribiendo que “la palanca de Barça Studios es, ahora, una contra palanca, pero llegará al valor que se le dio”. Lo dice alguien que ha abandonado el barco ‘porsiaca’, que decía mi hijo pequeño cuando era pequeño.
También entiendo el papel que está jugando Toni Freixa, un eterno y ya casi folklórico candidato a la presencia del Barça. A Freixa le encanta ser famosillo entre la ‘gent blaugrana’ y, como a Laporta, le encanta formar parte del altar de ídolos que los más forofos culés, aquellos que compran a ciegas el discurso del presidente de que “Madrid nos quiere arruinados y nos pisan la cabeza cuando la levantamos”, tienen en sus casas.
El video no miente
En el peor momento del segundo mandato de Laporta, tener este tipo de defensores, la verdad, no sé si le hace algún favor al presidente y su camarote, pues ellos mismos se retratan con los argumentos que esgrimen a la hora de defender lo indefendible. Y, en ese sentido, solo quisiera decirle una cosa a Freixa, siempre tan receptivo y dicharachero: yo prefiero tener un presidente como Florentino Pérez, que no ha ofrecido una conferencia de prensa en los últimos 12 años, que un presidente, como Laporta, que ofrece una cada mes para pasarse dos horas mintiendo al ‘soci’.
No digo que Laporta no merezca tener defensores, por favor, solo digo que aquellos que consideren que deben defender su gestión, justificarla y hasta bendecirla deberían de buscar mejores argumentos que decir que toda la culpa es de Madrid, criticar que ‘Flo’ no se somete a preguntas de los periodistas, minimizar la vergüenza de los pagos a Negreira y, mucho menos, argumentar que aquello que se inventaron entre varios para engañar a LaLiga, que no quiere nadie, que no tiene ni socios ni inversores, acabará valiendo los cientos de millones de euros que ellos, siempre ellos, dijeron que vale.
Es posible que hoy o mañana, estos dos gladiadores del laportismo (repito, algo buscarán) defiendan, incluso, la última mentira, la penúltima vergüenza, protagonizada por la directiva que lidera el fundador del Elefant Blau: convocar la asamblea de compromisarios un día antes de un partido de Liga e impedir que los 3.622 compromisarios, escogidos el pasado mes de junio, puedan acudir, en persona, a la exposición de los cuentas y debatir sobre ellas.
Yo, la verdad, ya no sé qué ha de ocurrir (más) para que la ‘gent blaugrana’ despierte del letargo. Todo lo que se sabe ¡¡imagínense lo que no sabemos!! es realmente esperpéntico y, aunque lo defiendan personajes como Freixa y Romeu, sería ahora que alguien acabase con este sinsentido en el que se ha convertido la gobernanza y, sobre todo, las decisiones que toma Laporta, sus familiares, cuñadísimo, amigos y enchufados.
Si Laporta tiene a Freixa y Romeu como grandes aliados para justificar, no solo las pérdidas de 91 millones en la última temporada sino, incluso, la realización, de nuevo, de la asamblea de socios a puerta cerrada, es que la directiva actual empieza a tener problemas serios de imagen
Repito, prefiero un presidente que no convoque a los medios de comunicación, que alguien que los convoca para mentirles. Y, sí, la convocatoria de esta asamblea y su fórmula es una nueva mentira de Laporta, que, tal y como puede comprobarse en este video, se comprometió, el pasado año, a que la próxima asamblea de socios compromisarios sería presencial. Y lo hizo a petición de Joan Gaspart, que debe estar en la línea de Freixa y Romeu, por descontado.
Cuando digo que ya no sé qué puede pasar más y de qué nos tenemos que enterar para que ocurra algo, pienso lo que piensan millones de culés: hasta que no pierda el equipo, Laporta seguirá sentado en ese palco y rodeado de decenas de palmeros que intervienen en las radios de máxima audiencia para defenderle, posiblemente ante las risas de millones de oyentes, o escriben artículos como el de Romeu, que está en las antípodas de los textos publicados por los expertos en economía, que aseguran que estas cuentas son “el final de la escapada de Laporta”.
PD: Los mensajeros de la directiva han difundido que la asamblea no se puede hacer presencial «porque costaría un millón de euros». Pues que dejen de comer marisco en el Botafumeiro o la Vichyssoise fría de centolla gallega con aguacate y albahaca, en Via Venetto. O que le rebajen el sueldo al asesor presidencial, que ni siquiera se atreve a recordarle a su amigo que se comprometió a que la asamblea de socios sería presencial.
Suscríbete para seguir leyendo