Ricky Rubio sigue siendo el chico de la sonrisa. Pese a los malos momentos, a las dudas, al dolor o a la incertidumbre. Alejado de la pista por un tiempo indefinido y por decisión propia, ahora tiene puesto el foco en otras cosas. Sin haber tomado aún decisión definitiva en cuanto a su futuro en el baloncesto, Ricky confiesa “estar bien y estar en el proceso”. Mientras tanto está centrado en cuidar de su familia, de sus hijos, y destinar todos sus esfuerzos a su Fundación. Cada proyecto lleva su esencia, su intención de cambiar las cosas y de mejorar la vida de enfermos y sus familias. Sabe de primera mano lo cruel que es el cáncer. Vivió con su madre, Tona Vives, los años en los que padeció la enfermedad. Ahora quiere utilizar su altavoz para reclamar más recursos, investigación y apoyo.
Una promesa. La palabra de Ricky Rubio a su madre. Así nació su Ricky Rubio Fundation con el objetivo de que el cáncer deje de ser un tabú además de escuchar a los enfermos y a sus familias que también sufren en estos momentos tan complicados. El deportista perdió a su madre hace seis años y, desde entonces, paralelamente a su carrera profesional, se ha volcado cada día en los proyectos que su Fundación ha ido arrancando. El chico de la sonrisa, que ahora ha decidido alejarse de la pista por un tiempo indefinido, nunca la pierde si es para dar voz y poner su foco a disposición.
Compromiso con la sociedad
«Me llena muchísimo y es una de las promesas que hice a mi madre y esto siempre será el motor de esta Fundación. El ayudar en este campo con el eco que puedo tener por el tema deportivo. Que pueda llegar a otras áreas como es la medicina y poder hacer un congreso como este y juntar gente de todos los campos y darles voz, me llena muchísimo», confiesa Ricky Rubio a EL PERIÓDICO.
«Los deportistas de élite son unos privilegiados y tienen que devolvérselo a la sociedad. Y Ricky lo está haciendo»
«Empezamos la Fundación de Ricky cuando su madre murió y él le promete que devolverá a la sociedad parte de lo que él recibe. Los deportistas de élite son unos privilegiados y tienen que devolvérselo a la sociedad. Y Ricky lo está haciendo. Dentro de la Fundación tenemos diferentes ramas pero la más importante es la investigación del cáncer de pulmón”, cuenta también su padre, Esteve Rubio.
Tomar la decisión de parar no es fácil. Ricky tuvo que meditarlo en cada una de las ocasiones donde ha dejado la pelota de baloncesto para tomarse un respiro. El deportista es consciente del poder de su altavoz. Tanto para hablar como de salud mental como del cáncer de pulmón, dos aspectos que pone sobre la mesa a diario, no se anda con medias tintas.
Máxima implicación
Alejado de la pista un tiempo por decisión propia, sus días son más calmados que en la ajetreada NBA. “Hay gente que se implica más y otra que lo hace menos. Ricky se implica muchísimo”, remarca Esteve. “Si no lo ha podido hacer estos años más es porque llevaba dos jugando en la NBA. Ahora que está parado y jugando a golf básicamente [ríe] se implica muchísimo. Cada día está en la Fundación, cada semana tiene su reunión con ellos y está al día de todo. A la mínima que puede estar en algún sitio, está”, añade.
“A mí me tocó de cerca. Cada deportista puede tener su motivo, pero sí que es verdad que utilizar este altavoz que tenemos para llegar lejos con causas buenas, con causas que se sientan propias, creo que es lo correcto. Cada cual tiene sus motivos”, confiesa Ricky.
Más fuerza juntos
Cada semana acude a su reunión con la Fundación donde, además de ponerle al día de cómo evolucionan los proyectos que tienen en marcha, ve como cada pequeño avance significa mucho. Lo Pulmó, congreso que organiza su Fundación desde hace 3 años, es un ejemplo de cómo su implicación social es inquebrantable. Además de un punto clave en la forma de ser de Ricky. “Encontraremos la fórmula, no diría mágica, pero más completa. Una enfermedad como esta toca a muchísima mucha gente y es muy dolorosa. Vas viendo cómo un ser querido sufre, o si eres tú mismo aún peor. Los que están alrededor ven como una persona querida va luchando contra una cosa que es muy difícil. Pasas muchos momentos difíciles y con un congreso como este queremos compartir también las experiencias para sentirnos algo más unidos y ver que todos juntos podemos hacer algo más de fuerza para que esto sea algo menos doloroso”, cuenta a este medio durante la jornada en Lleida.
“Estoy muy bien. Estamos en el proceso”, confiesa el base, dejando la puerta abierta a volver o no a la pista
La mayoría de casos de cáncer del pulmón se diagnostican por casualidad. Así también le pasó a Tona Vives. «A mi madre le detectaron cáncer en 2012. Se hinchó la pierna por un coágulo de sangre. Ven una mancha y ahí empieza todo. Cuatro años de infierno. Es una montaña rusa de emociones y entras en un mundo totalmente desconocido pero ves que hay mucha gente detrás. Como familiares sufrimos muchísimos».
Acompañamiento
Y justamente ahí es donde también pone el foco su fundación. En el acompañamiento no solo del paciente si no de los que lo rodean. “Muchas veces necesitan solo sentirse escuchados. Porque muchas veces, sobre todo en un tema médico, en un tema que es poco preciso al 100% y en cosas que son imprevisibles, un tratamiento a una persona le reacciona de una forma y a otra totalmente diferente”, recalca el deportista.
El deporte ha pasado a un segundo plano para Ricky Rubio. Desde que hace unos meses dejara la disciplina del Barça se ha dado un tiempo para él. Para decidir qué quiere hacer en la pista y ver el camino que quiere recorrer en los próximos meses. El catalán está centrado en sus proyectos lejos de los pabellones, en su familia y hacer cosas que le llenan mientras medita una decisión sobre su futuro. “Estoy muy bien. Estamos en el proceso”, confiesa, dejando la puerta abierta a volver o no a la pista.