Fue propiedad del Atlético de Madrid, pero nunca se vistió de rojiblanco ni pisó el césped del Metropolitano. Llegó como un chollo del mercado procedente del Granada en el verano de 2023 tras el pago de la cláusula (6 millones) y se fue, un año después, rumbo al Oporto en un acuerdo en el que el club portugués desembolsaba 15 millones por el 50 por ciento de sus derechos y un porcentaje de una futura venta.
Plusvalía inmediata, una operación económicamente positiva. O no, porque ahora, quizás, más de uno se esté tirando de los pelos en el club rojiblanco a la vista de su rendimiento desde que desembarcó en el país vecino. Porque Samu, de 19 años, ha caído de pie en el Oporto, y ha empezado a dar muestras de lo que apuntaba cuando salió del Granada.
En apenas nueve partidos de blanquiazul, el delantero melillense suma ya siete goles. Dos de ellos llegaron en el duelo de Europa League ante el Manchester United, en el que era su debut en el fútbol continental y su presentación en sociedad. Esa que le ha convertido en uno de los hombres del momento en Portugal, algo que por momentos (muchos) parecía no ser su destino.
A punto de acabar en el Chelsea
Porque Samu estuvo muy cerca de acabar en la Premier. La llegada de Julián y de Sorloth implicaba, de facto, su salida del Atlético, y por momentos estuvo cerquísima de irse al Chelsea. De hecho, iba a ser utilizado en el traspaso a tres bandas junto al Manchester City y el Chelsea para que el delantero argentino desembarcara en Madrid. Pero a última hora, el club londinense se echó para atrás y prefirió a Joao Félix.
La situación dejó en el limbo a Omorodion, que acababa de ganar el oro olímpico con España y que seguía en el Atlético. De hecho, hace unos días confesó en una entrevista con EFE que en esos días de incertidumbre pasó «muchas noches llorando». «Allí -en el Atlético de Madrid- entrenaba apartado. No me sentía partícipe, no como un futbolista. Entrenaba y mi cabeza me decía que no. Lo pasé mal. Mi familia y mi madre lo pasaron muy mal…».
«Tomé la mejor decisión»
«Nadie habló conmigo y yo no hablé con nadie. Yo seguía siendo jugador del Atlético, tenía que ir a entrenar y a cumplir. Ya sabía la postura del club. Son cosas que pasan en el fútbol y que te hacen coger experiencia y aprender para el futuro», confesó Samu sobre la situación que se dio antes de que emergiera el Oporto, que vio la oportunidad de hacerse con un futbolista de los que gustan en el club, con un potencial a priori enorme para pulir y por el que sacar rendimiento deportivo, de primeras, y económico, después.
«Al final, gracias a Dios, se cerró todo rápido y tomé la mejor decisión», reflexionó Samu, que acabó en Portugal, donde se ha convertido de inmediato en la estrella de un equipo que no atravesaba su mejor momento hasta su llegada. Este martes, el delantero trasladó su gran momento de forma a la selección sub-21, con la que en escasos 40 minutos firmó un póker (cuatro tantos).
Samu ya llama a la puerta de la absoluta de De la Fuente. Y En el Oporto ya se frotan las manos. Este verano, el club portugués podrá comprar otro 15 por ciento de sus derechos a cambio de cinco millones, una operación que podría repetir en 2026 para hacerse con el 80 por ciento de sus derechos. Y nadie duda ya de que lo harán, si es que no lo venden antes por una millonada. Pretendientes, si sigue así, no le faltarán.
