No menos de 100 militares llenaban el ala derecha del auditorio del Comité Olímpico Español (COE). En el otro costado, alrededor de 80 deportistas de alto nivel, varios de ellos medallistas en París, otros ya retirados de la competición. Ante ellos, la presentación del proyecto que permitirá unir ambos mundos, a semejanza de lo que ya ocurre en otros países de nuestro entorno. A partir de ahora, el Ejército reservará 50 plazas al año para el acceso a la carrera militar de deportistas de alto nivel.
Un acuerdo largamente perseguido por el presidente del COE, Alejandro Blanco, que ha cristalizado en el arranque de la Olimpiada que desembocará en los JJOO de Los Ángeles 2028 y del que se ofrecieron escasos detalles. Especialmente, sobre la manera en que los deportistas podrán compatibilizar su carrera militar con las obligaciones propias de sus disciplinas competitivas.
España sigue el ejemplo de Italia
España explora así una vía que Italia lleva poniendo en práctica desde hace años y que ha repercutido muy positivamente en su medallero. Principalmente, porque la posibilidad de tener una carrera profesional asegurada en el Ejército contribuye a que deportistas minoritarios no se tengan que ver en la disyuntiva de elegir entre su deporte y su futuro profesional cuando su carrera se agote o los resultados no sean los esperados.
En la actualidad, según se ha explicado por parte del COE y el Ministerio de Defensa, solo hay tres deportistas de alto nivel en el Ejército. Los medallistas en París Carlos Arévalo (piragüista, presente en el acto) y Fran Garrigós (judoca); y Sara Márquez, pentatleta que participa en Mundiales Militares.
En España hay actualmente unos 6.000 deportistas de alto nivel, consideración oficial y legal que se traslada a un listado anual que elabora el Consejo Superior de Deportes. De ellos habría que restar a los mayores de 30 años y a aquellos que tienen una carrera profesional altamente remunerada (futbolistas o baloncestistas de élite, por ejemplo). Por lo tanto, es muy probable que todos o casi todos aquellos que quieren optar por esa vía puedan hacerlo.
Limitado a menores de 29 años
El límite de edad viene a cuento de que estas plazas estarán reservadas a deportistas que tengan entre 18 y 29 años, matiz que fue criticado posteriormente en corrillos por deportistas más veteranos, como la campeona olímpica en el relevo mixto de marcha María Pérez. Otro requisito será haber finalizado la Educación Secundaria Obligatoria.
El acceso al Ejército, según detalló su director general de Reclutamiento y Enseñanza Militar, teniente general Pedro García Cifo, se hará a través de la convocatoria anual de plazas para Tropa e Infantería, en la que se reservarán esos 50 huecos para deportistas de alto nivel: «Se trata de facilitar la incorporación a las Fuerzas Armadas del mayor número posible de personas perteneciente al colectivo de deportistas de alto nivel».
Agradecimiento a la ministra Robles
«Este proyecto es algo que demanda el deporte español, sus deportistas de alto nivel y algo que nos iguala en la ayuda que otros países dan a sus deportistas», ha valorado Blanco, quien ha explicado que lleva desde 2005 intentando sacar adelante esta idea, si bien con los «tres ministros» anteriores, de diferente signo político, no había sido posible, por lo que ha dado las gracias a la actual titular de la cartera de Defensa, Margarita Robles, también presente en el acto.
Al acto acudieron deportistas en activo o retirados como Ray Zapata, Ayoub Ghadfa, Adrián Vicente, Sandra Sánchez, Damián Quintero, Laura Ester, Cristian Toro, Adriana Cerezo, María Pérez, Niko Shera, Diego Domínguez, Jennifer Pareja y Enmanuel Reyes Pla, entre otros muchos.
