Tenía pinta de que como (casi) siempre se iban a salvar. Tenía pinta, mucha pinta, de que iba a volver a ser el Real Madrid suertudo, peleón, encerrado, asustado, defensivo, pero europeo de los últimos años. Incluso el Real Madrid que gana la Champions.
Sí, sí, tenía esa pinta y mucho más. Tanto, que, a los 12 minutos, el árbitro francés Letexier decidió perdonarle la roja directa, sí, la roja, al joven Asencio que, en un forcejeo, cierto, sí, le propinó un tortazo a Nuñez, que lo dejó KO sobre el césped.
No solo fue ese “sigan, sigan”, lo que me hizo pensar que estábamos ante otra pésima (gran) noche del Real Madrid suertudo, no, no. También me lo hizo pensar las ocasiones pérdidas del Liverpool, una auténtica máquina de matar, líder destacado, ganando los cinco partidos que ha jugado. Los paradones (de siempre) de Courtois, también influían en mi reflexión.
Tenía, insisto, pinta de otro Madrid-City suertudo, pero estos ‘reds’ son otra cosa. Son una mezcla del fútbol perfecto, tanto individual como colectivo, tanto de precisión y pases (dio el triple de pases que el Real Madrid) como de contundencia y eficacia. Tienen hambre y hace ya mucho tiempo que se olvidaron de Klopp y este ‘orange’ Slot les ha hecho un traje a medida y son una delicia. Van sobrados en la Premier y sobrados en la Champions.
Ancelotti, anoche, superó a ‘Sir’ Ferguson (215 a 214) como el técnico con más partidos en la Champions. Y lo superó después de decirle a un periodista, en la previa, que él había jugado 1.300 partidos y hecho 4.000 cambios: «Nadie me puede dar consejos». No sé yo, ‘Carletto’, no sé yo.
Era el partido en el que Carlo Ancelotti, que podría ser perfectamente otro ‘Sir’, superaba (215 a 214) a Alex Fergusson, en la clasificaciones de técnicos con más partidos en la Champions. Era el partido ¡qué mala suerte! en el que ‘Carletto’ había dicho aquello de “he jugado 1.300 partidos y hecho 4.000 cambios, nadie me puede dar consejos”. Miau, ‘Carletto’, miau, me temo que van a abrir ese melón y, sobrevivirás, por descontado, porque Florentino Pérez es incapaz de sentenciarte después de todo lo que le has dado, pero tu etapa, ahora sí, está llegando a su final. Y, como Pep Guardiola, ya no va a Brasil, igual te recuperan allí, en Copacabana.
Sigue faltando Kroos
El Real Madrid, ¡ojito al dato!, puede, sí, que gane, de nuevo, la Champions, cómo no, pero, de momento, va último, es decir, el 24º, quiero decir, el último de los que se clasifican para los 16º octavos de final. Ni siquiera es consuelo, desde luego, que el otro riquísimo, el PSG de Luis Enrique ‘no tenéis ni puta idea’, vaya el 25º.
Cierto, muy cierto, totalmente cierto, se le han lesionado un montón de jugadores (anoche, cayó Camavinga, su mejor centrocampista), pero no es menos cierto que las autoridades blancas cometieron un error de sobradez, pues creyeron que no hacía falta sustituir a Kroos. Y Bellingham no es Kroos. Y Modric, ya es un exfutbolista, capaz de ganar en Balaidos, pero poco más. Y Valverde es una máquina pero, ahora, es lateral.
Y lo peor, bueno, hay muchas cosas malas de este Real Madrid, al que se le lleva esperando desde julio, es que, después de siete años de intentos, la aparición de Mbappé no ha servido (de momento) para nada. Bueno, sí, para enfadar a Vinicius Jr., que ése sí es el bueno, para desplazarlo al centro de la delantera y para que se lesionase. Mbappé, anoche, no se fue de nadie, no tiró una sola vez (bien) a portería y hasta falló un penalti.
Los que dicen, los que aseguran, los que afirman, los que saben, dicen que muchos buenos, buenísimos, jugadores del Real Madrid tuvieron inicios malos, algunos hasta horribles, cuentan. Explican que el Bernabéu pitó a Di Stéfano. Y hasta recuerda que Zidane fue silbado (y muy fuerte) en ese estadio, en enero, hasta que le metió un golazo al Deportivo.
Digamos la verdad y solamente la verdad. El Real Madrid no ha perdido tres de los cinco partidos que ha jugado en esta Champions frente al Lille, AC Milan y Liverpool por culpa de Mbappé. Tal vez, por culpa de ‘Carletto’, el de los 1.300 partidos y 4.000 cambios, al que no se le pueden dar consejos.
El Real Madrid ha perdido cuatro de sus últimos nueve últimos partidos y, antes de este periodo decadente, me cuenta mi amigo Pedrito Martín, el Real Madrid sólo había sufrido dos derrotas (ambas ante el Atlético) en 68 partidos (50 victorias y 16 empates).
Pero mis amigos madridistas, que los tengo y buenísimo (y no daré nombres ‘porsiaca’), ya me empiezan a decir, uno que a Mbappé “se le está poniendo cara de Kaka” y otro, que este despiste, estos nubarrones que flotan sobre la cabeza del francés, le recuerdan (“demasiado”) a lo que le ocurrió a Prosinecki.
Ancelotti no peligra
No bromeo. El Real Madrid puede ganar la Champions. No lo digo yo, lo piensa usted. Lo dice la historia. Y punto. Pero el equipo de ‘Flo’ porque, olvídense, este no es el equiopo de ‘Carletto’, ni de Vinicius Jr. ni, por descontado de Mbappé (aún), ha perdido cuatro de sus últimos nueve últimos partidos: 1-0 ante el Lille; 0-4 frente al Barça; 1-3 contra el AC Milan y, anoche, 2-0, en Anfield. Antes de este periodo decadente, me cuenta mi amigo Pedrito Martín, el Real Madrid sólo había sufrido dos derrotas (ambas ante el Atlético) en 68 partidos (50 victorias y 16 empates).
Repito, pueden ganar la Champions, pero que se lo hagan mirar. Lo de Mbappé tiene pinta de que se arreglará, no puede ser de otra manera ¿verdad? Lo de Ancelotti, no sé yo. Pero, bueno, de momento se salvará porque el ‘ser superior’ está liado con la suspensión de los macroconciertos en el Bernabéu y maquinando cómo sacar a Bolsa parte del Real Madrid (recuerden que se lo conté hace semanas) para que su legado no sea manipulado.
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