“No sé qué pretendía hacer con nosotros David Castera en la primera semana de carrera. Quizá no tiene suficiente espacio en el vivac para la segunda …” ironiza el austríaco Tobías Ebster, rival de Edgar Canet en la categoría de motos Rally2. En la caravana del Dakar, que este viernes ha disfrutado de la jornada de descanso en Ha’il, al norte de Arabia, hay opiniones para todos los gustos, pero la mayoría de pilotos se han visto sorprendidos por la extrema dureza del rally desde el inicio de esta 47ª edición.
“Intentamos diseñar un Dakar intenso, aprovechando los cinco años de experiencia previa en Arabia, y por supuesto hay un final especial en las dunas”, augura Castera. Probablemente no sea tanto una cuestión de dificultad o exigencia, como de equilibrio en el diseño del recorrido, que anticipó la crono de 48 horas introducida con éxito hace un año al final del recorrido, ubicándola ahora en el segundo día de competición. Y a continuación, sin respiro, llegó la etapa maratón, otra doble ración sin asistencias y con trampas de navegación y en territorio variado, combinando pistas rápidas, piedras, arena y dunas.
Para muchos, el Dakar ha entrado este año demasiado pronto en materia. Otros apuntan a una segunda semana descafeinada, a pesar de que el rally se adentra en el Empty Quarter. Castera, ex piloto de motos reconvertido en director de la carrera, les contradice: “Estamos justo dónde planeábamos”.
Sin estrellas
El francés asegura que lo que viene a partir de este sábado tendrá incluso mayor dificultad y el Dakar 2025 reserva aún muchas sorpresas, pero lo cierto es que a las primeras de cambio la carrera ha perdido a muchas de sus grandes estrellas. La primera ‘víctima’ fue Laia Sanz, que el primer día de competición sufrió un aparatoso accidente y por primera vez en quince participaciones, tuvo que abandonar. La ‘reina’ del desierto confiaba en reparar su Century para seguir adelante, pero la FIA no se lo permitió al considerar que el arco de seguridad del coche no cumplia los estándares de seguridad por apenas 2 milímetros.
Los comisarios fueron implacables por idéntico motivo con Carlos Sainz y Sébastien Loeb. Y aunque continúan en carrera fuera de concurso, para ayudar a Ford y Dacia, respectivamente, Nani Roma y Cristina Gutiérrez también han perdido todas sus opciones en la general.
El pentacampeón Nasser Al-Attiyah, el único superviviente entre los favoritos del Dakar, hizo el jueves una especial al límite para tratar de recuperar los 35 minutos que se había dejado el día anterior por problemas mecánicos, perdió su triunfo de etapa por sanción y los 10 minutos que había recortado al líder provisional Henk Lategan se quedaron en nada.
Baja la repercusión
En resumen, una debacle que afecta a nivel mediático, ya que sin grandes nombres en cartel, la repercusión baja. ¿Ha exagerado Castera con el recorrido de este año?. Puede que sí, aunque como decía el impulsor del mítico París-Dakar, Thierry Sabine, “Aquí se viene a sufrir”. Los pilotos están de acuerdo con este lema y de hecho, todos agradecen que “pasen cosas” y el rally sea impredecible hasta el final. Sin embargo, en lo sucedido los últimos días entran en juego otros factores, además de la dureza.
Dacia y Ford han llegado a Arabia con sendos proyectos nuevos y poco rodaje en competición. Y desde que en 2022 la FIA se unió a la organización de ASO, el reglamento en materia de seguridad es mucho más estricto. Su presidente , Mohammed Ben Sulayem, ha estado hoy en el vivac durante la jornada de descanso para conocer las impresiones de los pilotos que siguen en carrrera.
En contra de los criterios de los equipos, que son los primeros interesados en asegurar la seguridad de sus pilotos, los comisarios no han dudado en aplicar el criterio a rajatabla. “Confío en ellos, pero también en mi equipo, en el potencial de la gente de Ford para reparar el coche y dejarlo en condiciones de competir sin riego”, decía Sainz, consternado después de que le notificasen que tenía que irse a casa. Cuando aterrizó de vuelta en Madrid, fue aún más contundente. “Las marcas abrirán el debate para el año que viene, porque en una carrera como el Dakar, un vuelco, es relativamente posible. Y por dos, tres milímetros, con una marca detrás que te garantice la seguridad, creo que quizás sea excesivo dejarte fuera”, avisó.
Condiciones extremas
La jaula del Raptor resultó dañada y fuera de la normativa por tres milímetros, al igual que la de Loeb. “La decisión de los comisarios es difícil de aceptar. Me parece frustrante y decepcionante porque no se basa en argumentos sólidos”, consideró el francés, nueve veces campeón WRC. “Por supuesto, la seguridad es muy importante. Pero la línea que han trazado aquí no es adecuada para nuestra disciplina, en la que competimos en condiciones extremas. Nuestro equipo proporcionó pruebas para demostrar que la jaula antivuelco seguía siendo sólida, y confío plenamente en ellos”, añadió.
Sobre el recorrido devastador de la primera semana, Sainz lamenta su error de pilotaje “que pagué muy caro”, pero también insta a la organización a replanteárselo de cara a 2026, cuando volverá para intentar buscar su quinto Touareg: «Quizás haya que compensarlo un poco más, pero es mi opinión. ASO, Castera, imagino que harán sus análisis después de la carrera y montarán algo diferente para el año que viene. Sinceramente, a mí si me preguntasen, con toda mi experiencia de 17 ó 18 Dakar, nunca había visto una primera semana tan potente, quizá demasiado para empezar” , valora.