«El objetivo es empezar así, no esperar a que nos marquen dos. No creo que se puede jugar 90 minutos como hemos jugado la segunda parte, pero tenemos que lograr ser un poco más equilibrados». Carlo Ancelotti, fiel a su estilo, agitaba la bandera de la templanza mientras a su alrededor todavía se palpaba la efervescencia del Santiago Bernabéu. El Real Madrid acababa de transformar el lúgubre 0-2 del descanso en un apoteósico 5-2, merced a una segunda parte descomunal de todo el equipo, pero sobre todo de Vinicius, autor de tres de los cinco tantos. Pero Carletto no olvidaba lo ocurrido antes del minuto 45.
El éxtasis por una nueva remontada épica en la Copa de Europa, marca de la casa desde tiempo inmemoriales en el Real Madrid, no escondía una doble lectura que esta temporada se está repitiendo con frecuencia: el equipo blanco es muy inefectivo en las primeras partes y se transforma en un ciclón en las segundas. O, al menos, es tras el descanso cuando activa la velocidad de crucero para sacar los partidos adelante.
26 de 31 goles en las segundas partes
Los números no engañan. En los 14 partidos que lleva disputados esta temporada (10 de Liga, tres de Champions y la Supercopa de Europa), el Real Madrid ha marcado 31 goles. Pues bien, 26 de ellos los ha celebrado en las segundas partes, un llamativo 84% del total. Es cierto que, por norma general, en el fútbol se marcan más goles en los segundos tiempos, pero el caso del conjunto blanco en este primer tramo de temporada es una desproporción.
De hecho, los números muestran que ha marcado casi tantos goles en los descuentos finales de los partidos (cuatro) como en las primeras partes (cinco). Un 25% de los goles (ocho) los ha anotado a partir del minuto 83. Números que han provocado que el Real Madrid solo haya llegado al descanso con ventaja en el marcador en cuatro partidos: contra el Alavés, el Celta, el Villarreal y el Mallorca. Es decir, seis de sus 10 victorias las ha cimentado enteramente durante los segundos tiempos.
Vinicius, seco antes del descanso
Resulta curioso, además, el reparto de los goles de los dos principales referentes ofensivos del equipo. Tanto Mbappé como Vinicius llegan al clásico de este sábado como pichichis blancos, ambos con ocho dianas. El francés sí ha repartido algo sus goles, dado que ha marcado dos antes del descanso, pero el brasileño únicamente ha levantado los brazos en las segundas partes. De hecho, su tanto más tempranero del curso hasta ahora fue el que le marcó en el minuto 58 a la Real Sociedad.
«Tenemos que mejorar y jugar así desde el principio. ¡Si no, el míster no aguanta!», analizaba (y bromeaba) el brasileño tras la remontada contra el Dortmund, que constató la falta de caudal ofensivo blanco en las primeras partes, pero alteró otra dinámica imperante de este curso. Porque los dos goles alemanes fueron en la primera mitad y, hasta el martes, el Madrid solo había encajado dos tantos antes del descanso frente a siete en la segunda parte.
El resumen sería, en líneas generales, que no ocurre prácticamente nada en las primeras partes de los encuentros que disputa el Real Madrid. Todo se concentra en los segundos tiempos. Una dinámica que contrasta contra su rival del sábado, un Barça que, sin contar el partido de anoche contra el Bayern, ha repartido de manera casi calcada sus goles a favor (20 en la primera parte y 19 en la segunda) y ha encajado más antes el descuento que después (siete frente a cinco).