Más allá del ruido provocado por las bravatas contra la UEFA y la FIFA, los desafíos a LaLiga de Javier Tebas, y el optimismo generado por la Superliga tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea contra el monopolio de la UEFA, Florentino Pérez abrió ayer la caja de Pandora al confirmar en la asamblea de socios del Real Madrid que está valorando el cambio de modelo societario y con ello la posibilidad de transformar al club en una sociedad anónima deportiva.
Lo hizo de puntillas, sin verbalizar este modelo societario, y balbuceando cuando trataba de dibujar a los presentes el futuro inminente del Real Madrid. “Nuestro club debe tener una estructura organizativa que nos proteja como institución y codos como propietarios del Real Madrid. Se convocará una Asamblea para decidir la nueva estructura del club y que la decisión final se someterá a un referéndum. No tengan ninguna duda de que haremos todo lo que sea necesario para que este club siga siendo de sus socios”, apuntó en medio del discurso el dirigente.
Pérez insistió entre aplausos en que “haremos todo lo que sea necesario para que este club siga siendo de sus socios como lo ha sido en nuestros 122 años de historia. En definitiva, para que nadie pueda quitarnos nuestro patrimonio económico”. El presidente blanco lleva meses trabajando con bancos y abogados de su total confianza como Key Capital y Clifford Chance, que casualmente son también sus socios en la aventura de la Superliga, para reformar los estatutos del club.
“Les confirmo que traeremos a esta Asamblea una propuesta de reorganización societaria del club que, con claridad, asegure nuestro futuro, nos proteja de las amenazas que sufrimos y, ante todo, garantice que los socios seamos propietarios de verdad de nuestro club, propietarios reales de nuestro patrimonio económico y de pleno derecho”, explicó más adelante.
El dirigente además reveló que el Madrid forzó un consenso del PSOE y del PP para frenar una enmienda en la última reforma de la Ley del Deporte que “hubiera supuesto la expropiación. Hubiera supuesto robarnos nuestro patrimonio. Por eso convocaremos a celebrar un referéndum donde seremos los socios los que digamos si queremos seguir de una manera o de otra. El patrimonio seguirá siendo nuestro”.
10.000 millones, el valor del Real Madrid
Posteriormente, en la rueda de intervenciones de socios, respondiendo a una consulta comentó, sin darle importancia, un dato muy relevante: “Dicen que nuestro patrimonio ronda los 7.000 millones de euros, aunque yo creo que supera los 10.000”. Pérez ponía así precio por primera vez en público al valor del Real Madrid, que tendrá que ser repartido entre los 95.612 socios que pasarían a ser accionistas. Una cifra que parece inflada voluntariamente al ser mucho mayor de la que se habla en el mercado. En la asamblea, Florentino también advirtió que “si hemos pedido 1.100 millones para hacer el estadio (concretamente 1.136), contamos con los ingresos futuros. Pero si en el camino hay una Ley que nos quita los ingresos comerciales para dárselos a LaLiga, entonces el estadio se lo quedan los bancos. Me mataré para que los ingresos económicos del club sean para el Real Madrid”.
La idea del presidente es acometer una reforma estatuaria que habilite al club a implantar un modelo en el que se permita la entrada de grandes inversores, bajo la figura de socios comanditarios (ponen capital sin acceder a la gestión) o como capitalistas en una sociedad anónima deportiva clásica, ya sea a través de una salida a bolsa o sin necesidad de ello para evitar generar incertidumbre en el club.
Florentino no ha querido ponerle nombre a este paso de enorme trascendencia porque una de las primeras promesas que hizo al llegar a la presidencia del Real Madrid en 2004 es que bajo su mandato el club nunca se convertiría en una SAD, algo a lo que ahora abre la puerta rompiendo su promesa. Lo que mantiene contra viento y marea es que “el Real Madrid seguirá siendo de sus socios”, y para ello podría adoptar como medida intermedia que la Fundación Real Madrid pueda asumir el rol de Consejo de Administración en esa sociedad anónima, reservándose el derecho de autorización en las operaciones que tengan que ver con esas acciones. Y hay que recordar que el propio patrono vitalicio de la Fundación es Florentino.