Max Verstappen definió su actuación de este domingo en Brasil como «mi mejor carrera de siempre». Y no era para menos. Primero porque su victoria, combinada con el sexto puesto en el que acabó su rival Lando Norris, que salía en pole, le deja a un paso de coronarse campeón por cuarta vez consecutiva. Tendrá su primer ‘match ball’ en dos semanas en Las Vegas. Y segundo, porque su increíble remontada se sitúa entre las mejores de la historia del automovilismo.
Vertappen arrastraba cinco puestos de penalización en parrilla por cambiar el motor de combustión interna de su Red Bull. El equipo había calculado que eso le proporcionaría más garantías para afrontar la recta final del campeonato y que en Brasil podía ser un ‘mal menor’ ya que en el circuito de Interlagos los adelantamientos son bastante factibles. Suponían que Max estaría entre los tres más rápidos de Q3. Pero su prematura eliminación en la segunda ronda, sumado a la sanción, le relegó a la 17ª posición de parrilla, al tiempo que Norris se hizo con la pole. Un guión nefasto para los intereses del líder del Mundial, que tras la carrera sprint de Sao Paulo tenía 44 puntos de renta en la general.
Crecido en la adversidad, Max se encargó de recordar a todos por qué ha ganado los últimos tres títulos mundiales, que no solo fueron consecuencia de contar con un gran coche. Desde antes de verano el RB20 está en franca desventaja con el McLaren de Norris y según en qué circuitos, también respecto a Ferrari. Pero el neerlandés exprime su monoplaza en cada gran premio y en Brasil su nivel de pilotaje en condiciones de agua fue muy superior. Un recital. Ya acumula 60 carreras consecutivas siendo líder del Mundial, récord absoluto de la categoría y con 62 puntos de ventaja, le bastará con no ceder más de dos puntos con Norris en Las Vegas para proclamarse tetracampeón en la ciudad de los casinos.
Del total de 1.122 grandes premios disputados desde 1950, hay muy pocos precedentes de una remontada similar a la de Max en Interlagos. El récord absoluto, que se remonta a 1983, está en poder de John Watson, aunque en la historia más reciente hay también algunos casos, desde Barrichello (GP Alemania 2000) a Michael Schumacher (GP Bélgica 1995), Kimi Raikkonen (Japón 2005) o Lewis Hamilton (Alemania 2018), pasando por la proeza de Bill Vukovich en Indianápolis.
EEUU 1983: John Watson
En el GP del Oeste de los Estados Unidos 1983, el norirlandés John Watson partió el penúltimo en parrilla, en el puesto 22, en el circuito urbano de Long Beach. Y recuperó 21 posiciones gracias a una acertada estrategia de neumáticos. Su compañero de entonces, Niki Lauda, que salió justo detrás de él, terminó segundo en el podio. Por tanto, también es la mayor escalada con triunfo por equipos.
Watson debería ser conocido como Mister Remontadas, porque el año anterior (1982), en el GP del Este de los Estados Unidos disputado en Detroit, salió desde la plaza 17ª y venció la prueba, exactamente igual a lo que hizo Verstappen en Brasil.
Indianápolis 1954: Bill Vukovich
En los años 50 la Fórmula 1 daba sus primeros ‘pasos’ y las 500 Millas de Indianápolis puntuaban en el calendario. En la edición de 1954 Bill Vukovich remontó desde el puesto 19º de salida para ganar la mítica carrera americana. Y aunque su hazaña queda ya muy lejos, todavía es la segunda mayor remontada hacia la victoria en la historia del campeonato.
Alemania 2000: Rubens Barrichello
Mikka Hakkinen (McLaren) iba lanzado hacia el triunfo en el GP de Alemania de 2000. Pero un espontaneo saltó a la pista de Hockenheim para protestar por su despido de una fábrica de Mercedes. Tras reanudarse la carrera comenzó a llover y casi todos los pilotos entraron a cambiar neumáticos. Barrichello siguió en pista y ganó la carrera, escalando también 17 posiciones.
Japón 2005: Kimi Raikkonen
También fueron 17 puestos los que remontó Kimi Raikkonen para ganar el Gran Premio de Japón. Su último adelantamiento fue al italiano Giancarlo Fisichella, que no pudo contener al finlandés después de una impresionante carrera para cruzar la meta en primera posición.
Bélgica 1995: Michael Schumacher
El Circuito de Spa-Francorchamps siempre ha sido uno de los trazados favoritos de Michael Schumacher. Y así lo volvió a demostrar en el GP de Bélgica 1995. A pesar de salir desde el 16º lugar de la parrilla, no estaba dispuesto a rendirse. En la vuelta 16 superó a Damon Hill para situarse en cabeza de la carrera. Entonces comenzó a llover y Schumi decidió acabar con slicks, superando a Hill en un final espectacular y que es historia de la F1.
Alemania 2018: Lewis Hamilton
El 22 de julio de 2018, en plena era de dominio de Mercedes y Lewis Hamilton, el piloto británico tiró de épica para firmar otras de las mayores remontadas de la F1. Arrancó 14º en el Autódromo de Hockenheim, mientras los Ferrari de Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen y su compañero Valtteri Bottas y el Red Bull de Max Verstappen partían al frente en parrilla.
En una carrera ‘loca’ y con lluvia, similar a la de este domingo en Interlagos, Hamilton dejó atrás a trece rivales en un circuito estrecho y poco propicio a los adelantamientos, para acabar subiendo a lo más alto del podio, engrandeciendo su leyenda.