El otro día, en Londres, poco antes del Arsenal-Paris SG, me preguntaron por ti, Andrés. Ah, por cierto, antes que nada. Lamento no poder estar ahí contigo. Recibí tu mensaje de invitación, pero, desgraciadamente, no puedo estar en Barcelona. Aunque sabes que estaré siempre presente en todo lo que me pidas. Sabes que eres un jugador muy especial para mí. Tengo muchos recuerdos de ti. Y nunca olvidaré que dijeras que yo era, junto a mi amigo Pep Guardiola, uno de tus ídolos de la infancia.
Es un honor que te haya podido inspirar en cualquier cosa de este deporte que ambos amamos con tanta pasión. Esos recuerdos que tengo de ti son tanto como futbolista y como persona. Lo que has hecho y, sobre todo, cómo lo has hecho en el Barça y en la selección española con aquel gol en el Mundial de Suráfrica. Fue algo espectacular. Me encanta tu manera de jugar y dentro de tu juego también estaba tu comportamiento.
Y no lo puedo negar esa manera que tenías de llevar el balón porque en muchos aspectos se parecía a la mía, sobre todo la famosa ‘croqueta’. La hemos hecho los dos y luego más jugadores, claro. Esa ‘croqueta’ nos servía a ambos para salir de situaciones difíciles. He visto tantos partidos tuyos que no los puedo olvidar. Y ser un modelo para ti y para algunos otros jugadores de esta generación es, sin duda, un enorme orgullo.
«Siempre te escapabas con un último truco»
España siempre ha tenido grandes centrocampistas, pero como en esa época creo que no. Fue de un nivel extraordinario y se refleja, por ejemplo, en la alineación con la que salisteis en la final de la Eurocopa-2012 ante Italia. Allí jugabais con cuatro defensas y seis centrocampistas. Alguien diría: ‘¡guauu, es muy defensivo!’ Pues, no. Era con Xavi, con Busquets, con Xabi Alonso, con Cesc, con David Silva y contigo…
Esa era la España de tu época, como ya vimos en el 2008, con un delantero como Torres, y luego en el 2010, con David Villa. Pero el centro del campo era, para mí, la base de ese equipo. Había muchísima calidad y ahí destacabas, por supuesto, tú. A veces, cuando te veía jugar Andrés, pensaba que no tendrías salida, ahogado como estabas por los defensas y en ocasiones por la línea lateral o la de fondo. Pero siempre te escapabas. Tenías como un último truco.
Sabes que muchas veces me han preguntado por la famosa ‘croqueta’: ‘Oye, ¿dónde lo aprendiste a hacer? ¡Y yo les decía: ‘Pues la verdad es que no lo sé’. A mí me salió por instinto para escapar de una situación complicada. Entonces, pensaba: ‘¿Cómo puedo salir de aquí?’. Y lo hacía porque realizando esa jugada no solo esquivas un momento difícil, sino que también estás iniciando una jugada de ataque.
«Cuando te veía hacer la croqueta, me encantaba. Me gustaba mucho porque parece sencillo, pero no lo es. Debes elegir bien el momento en que tienes que hacerlo. Parece fácil si lo digo así, pero ya me entiendes. Es una cuestión de timing»
No solo te escapabas, como bien sabes, sino que al mismo momento estabas arrancando. No es solo un regate que te vas de un sitio a otro. Con la ‘croqueta’ estás utilizando la otra pierna para irte hacia arriba. No solo eliminas a tu adversario directo, sino que te vas. Tú, Andrés, has hecho lo mismo. Es una jugada efectiva. Dentro de todo, el fútbol no solo tiene que ser bonito, sino también eficaz. Y este doble regate lo era. Y esa jugada, aunque era muy bonita, lo realmente importante es que era muy efectiva.
Cuando te veía hacerla, me encantaba. Me gustaba mucho porque parecía sencilla, pero no lo era. Debes elegir bien el momento en que tienes que hacerla. En el momento en que el adversario te está entrando es cuando debes escapar. Parece fácil si lo digo así, pero ya me entiendes. Es una cuestión de ‘timing’. Ahora veo a muchos jugadores que van con el balón pegado a la bota, por lo que no pueden hacer este tipo de regates. Quieren hacerlo, pero no se pueden ir de esa manera. ¡No se van!
«Me siento representado en tu figura»
Hay otros, como hacía Hristo, que se tiran el balón hacia adelante, unos tres o cuatro metros, y se ponen a correr aprovechando su velocidad. Pero no se ve ya a tanta gente usando los dos pies para regatear. En tu caso, además, hay dos factores Andrés. Uno es la calidad que tenías y otro el respeto que siempre has mostrado hacia todo el mundo. Quizá porque yo también soy así me siento tan bien representado en tu figura.
Era de la misma idea que tú, Andrés. Una cosa es lo que haces con el balón y otra el comportamiento que debes tener en un terreno de juego. Ahí has sido un ejemplo siempre. Te has comportado bien respetando al adversario en cualquier momento. Creo que no te han expulsado ninguna vez, ¿no? Y creo que también te decían en tus inicios que no tenías carácter. ¿Qué es tener carácter? Es lo de siempre. Depende de los resultados.
Cuando va bien, los elogios van a unas determinadas características de tu personaje. Y cuando va mal, entonces te critican los mismo que antes te elogiaban. Y se da la circunstancia de que te pueden elogiar y criticar por la misma cosa. ¡Es lo de siempre!
Lo único que puedo decir es que tú eras más centrocampista y yo quizá un poco más de velocidad. Pero en visión de juego, calidad, control, regate, ‘croqueta’… Eso lo teníamos los dos. ¿Qué te puedo decir ahora? Pues que dice de mí que tú que eras un chaval y un niño, ahora estás dejando el fútbol a los 40 años. ¡Qué dice de mí, ja ja ja! ¿Dónde estoy yo ahora?
«De repente, te despiertas y no hay nada. Al inicio puede ser difícil, pero por ahí hemos pasado todos, Andrés. Es importante buscar otra entrada en el mundo del fútbol y aceptar que estás entrando en otra etapa de tu vida»
Ahora vas a disfrutar de esta nueva etapa que se abre en tu vida. No siempre es fácil al principio porque como has vivido tantos años con este mismo tipo de vida: entrenar, viajar, hoteles, aeropuertos, vestuarios, charlas, partidos… De repente, te despiertas y no hay nada. Al inicio puede ser difícil, pero por ahí hemos pasado todos, Andrés. Es importante buscar otra entrada en el mundo del fútbol. Puedes entrenar, puedes hacer de comentarista. Lo importante es aceptar que estás entrando en otra etapa de tu vida.
«Un lugar distinto»
Uno debe buscar, Andrés, un lugar distinto. Al lado del fútbol, pero otro lugar. ¿Dónde te veo? Depende de cómo uno quiere vivir. Habrá muchos que te pedirán que hagas algo con ellos, sean clubs, personas o instituciones… Pero tómate tu tiempo, descansa y luego no está dicho que tú, a partir de ahora y hasta que tengas 80 años, debes hacer la misma cosa. La vida tiene varias épocas. Has pasado una muy larga, desde los 16 o 17 años hasta ahora. Puedes pasar por otras. Pero nadie te dice que debes estar otros 40 haciendo lo mismo. Puedes ir cambiando.
«Hubo una vez que me dijo algo bueno Valdano. Recuerdo que un día me contó: ‘Oye, si viviaríamos tres vidas creo que una debería ser solo para el fútbol’ Pero, claro, solo vivimos una vez. Debemos pensar que hay momentos para todo»
Vivimos solo una vez. Me dijo algo bueno Valdano. Estábamos hablando de entrenar o no, o de ser comentarista, y recuerdo que me contó: ‘Oye, si viviéramos tres vidas creo que una debería ser solo para el fútbol’. Pero, claro, solo vivimos una vez. Él me quería decir que tenemos que pensar bien que hay diferentes momentos para todo. Yo, Andrés, jugué hasta los 34, luego he sido entrenador muchos años y ahora tengo cinco, casi seis nietos, viviendo al lado mío en Dinamarca. También es otra época. Tengo 60 años y quiero vivir otro tipo de vida distinta a la de hace 15 años. Te deseo lo mejor, disfruta de esta nueva etapa, pero otra ‘croqueta’ se apaga… Y ahora, ¿quién va a hacer nuestras ‘croquetas’, Andrés?».