¿Cómo empezó en el MMA (artes marciales mixtas)?
Cuando yo empecé, no sabía ni qué era el MMA. Fui con un amigo a probar una clase de ‘grappling’, que es la parte de la lucha de suelo del MMA, y al lado estaban dando una clase. Me encantó y al día siguiente quise meterme a probar. Hace menos de tres años.
¿Y ya es campeona mundial?
Siempre he estado en muy buena forma, había hecho CrossFit y escalada, pero nunca artes marciales. Yo soy muy bruta, me gustan las actividades fuertes que me permiten dar el máximo de mí y vi que en este deporte podía. Al año estaba ya entrenando muy en serio, cambié de equipo y empecé a competir. Desde que me cambié de gimnasio quedé campeona de Catalunya, dos veces campeona de España, fui plata en el europeo, bronce en Mundiales y este año por fin conseguí el oro. Yo sé que mi caso es una excepción, aunque también es cierto que le dedicaba, de media, seis horas diarias.
El MMA arrastra todavía estereotipos negativos. ¿A usted le han afectado alguna vez?
A mí no porque llevo poco tiempo y cada vez es más conocido. Ya hemos dejado bastante atrás lo del deporte de delincuentes y macarras. Al principio es cierto que a mis padres no les hacía ninguna gracia, pero yo las mejores personas que he conocido las he conocido en el tatami. La gente que no lo conoce lo sigue considerando un deporte masculino y violento.
¿Cómo es ser mujer en las MMA?
Para mí tiene un componente negativo que es que somos pocas, y hay pocas compañeras de ‘sparring’ femeninas, pero eso, a su vez es bueno, porque a la que destacas, rápidamente ganas mucha atención. En cuanto la aceptación en el gimnasio, yo me siento muy cuidada y respetada. Creo que choca más de puertas para fuera.
¿Cómo cree que seguirá evolucionando el MMA femenino?
Al principio el nivel era muy bajo. La gente veía un cartel de UFC en el que había ocho peleas buenas de chicos y una ‘mala’ de mujeres, aunque suene mal decirlo. Solo había algunas excepciones, pero la mayoría iba poco entrenada. Ahora ha cambiado el panorama e incluso te diría que las peleas más interesantes son las femeninas. Desde dentro ya nos hemos dado cuenta de que con recursos y entrenamiento podemos hacer el mismo papel, pero falta que se vea desde fuera.
¿Cómo cree que afectará a las MMA el ‘boom’ que se está viviendo en España?
Creo que estamos en un punto muy prematuro del crecimiento exponencial de este deporte en España y que debemos aprovechar la inercia. La gente cada vez está más formada. Tenemos grandes gimnasios en España. Aún así quedan cosas por hacer. No tenemos federación independiente, estamos asociados a la federación de lucha. También tenemos que hacer entrevistas, salir en televisión y ganar visibilidad para que la gente conozca a los deportistas y se dé cuenta de que es un deporte en el que reina el respeto. No todos estamos tatuados de cabeza a pies. Eso seguramente ayudaría a que madres llevaran a sus hijas a aprender MMA o que en los colegios se pudiera dar como un extraescolar.
¿Qué opina de las faltas de respeto que se dan entre peleadores en los ‘shows’ de UFC?
Al final es un ‘show business’ en el que para hacer dinero necesitas vender y lo que la gente compra, sobre todo en Estados Unidos, es esta agresividad. También va en la personalidad de cada peleador. A mí no me gusta, creo que es innecesario, pero cuando sales a pelear fuera a veces te lo piden por contrato. Te dicen cosas tipo “necesitamos vender esta pelea, tú verás qué personaje inventas para ello”. Sé de chicas que incluso les habían invitado a raparse media cabeza para dar un ‘look’ más agresivo. Yo no pasaría por ahí, pero bueno, cada uno…
¿Qué opina de personajes como Ilia Topuria?
Creo que ha hecho mucho bien al MMA en España. Ha dado una imagen que se aleja del peleador macarra que se acerca más al tipo educado y formado. Ha sabido crear un fanatismo alrededor de su figura. El otro día me contó mi hermana, que es profesora, que los niños le tienen como a Superman. Es su héroe, y eso hará que la gente se interese por el deporte.
Usted es doctora en biomedicina. ¿Le gustaría recuperar su profesión cuando se retire?
Me enamoré tan fuerte de las MMA que defendí mi tesis doctoral y acto seguido decidí abandonarlo y dedicarme al deporte. No volvería a la biomedicina profesionalmente, aunque como hobby quizás sí. me gusta leer, aprender, etc… En un futuro me gustaría opositar a bombera, creo que es un trabajo físico que podría compaginar con dar clases de MMA.
¿Cuál cree que es su mejor arma en una pelea?
Creo que mi incapacidad para rendirme. Jamás doy una pelea por perdida hasta que haya terminado. También que físicamente soy muy fuerte para ser mujer y en mi categoría de peso. Eso es suerte, genética y que entreno muy duro.
¿Prefiere suelo o ‘striking’ (golpeo)?
Al principio en el ‘striking’ me agobiaba, ahora me encanta. Además, me pesan las manos. Al principio buscaba desesperadamente llegar al suelo para que no me cazaran con una mano. Me considero una peleadora muy completa y creo que sé tomar buenas decisiones.
¿Y ahora qué? ¿Cuál es el próximo reto?
Lo estamos valorando con los entrenadores. Tengo dos opciones, lprimerara es hacer una última pelea amateur con una rival que me ponga en aprietos, y si no la encontramos pronto, daría el salto a profesional. Me han ofrecido varias promotoras. Tengo que valorar si quiero pelear en España o si directamente salgo a pelear fuera. He de plantear la carrera de la forma más inteligente posible para conseguir el objetivo, que es llegar a la UFC. No me sobra el tiempo, tengo 28 años, así que he de elegir bien los pasos a dar.