Sé que no existe esa posibilidad y me duele, pero si pudiese volver a nacer, quisiera ser el tal Darren Dein, ese señor que cobra decenas de millones de euros por poner de acuerdo a personas que llevaban decenas de años poniéndose de acuerdo sin él.
Me parece un escándalo de unas dimensiones estratosféricas que Barça y Nike, que firmaron su primer contrato hace 26 años, deban pagar una millonada para que un señor externo, que ya se forró (¿solo él? ¿solo él?) haciendo el mismo trabajo cuando Joan Laporta, su amigo, negoció con Spotify, haga que ambas partes se sienten en una mesa a dialogar.
Como ya se sabía, como se sospechaba, como ocurrió, la asamblea de socios-compromisarios del Barça, que no pudo empezar a las 10.30 horas porque solo había 50 socios registrados (el interés por todo lo del Barça, ya ven, va en aumento), el acuerdo con Nike se aprobó sin saber de qué dinero estamos hablando y, mucho menos, cuánto se lleva el curioso Darren Dein, insisto, el hombre invisible, el hombre a imitar, el cuñado que quisiéramos tener todos.
Laporta, con su desparpajo habitual, tuvo la valentía, el coraje (no escribiré la palabra que toca, ‘porsiaca’) de decir, antes de la votación (aprobaron el acuerdo 419 socios, es decir, el 0,31435 de los socios del Barça), que había quedado todo explicado. ¿En serio? Fue tan fácil y de un trilerismo tan descarado, que, esta vez, ni siquiera hubo necesidad de esconder al economista Sala i Martín para convencer a los abueletes que había en la sala.
Eso sí, Joan Gaspart, el gran amigo, el gran cómplice, el nuevo colega de Laporta, volvió a aparecer para, por si hacía falta, que no hacía falta, insistir, una vez más, que no hay nadie como Laporta, como tampoco hay una junta y un equipo de profesionales tan bueno y eficaz como el que gobierna, en plan familiar (eso no tuvo valor de reseñarlo el hotelero venido a menos), el FC Barcelona.
Es tremendo, escandaloso, ha habido un señor, Darren Dein, que cobra millones y millones de euros por sentar en una mesa a Barça y Nike, que llevababan ¡¡¡26 años!!! poniéndose de acuerdo sin ayuda de nadie.
Mire, señor Gaspart, si el presidente Laporta y su equipo profesional fuese tan bueno y eficaz como usted relata, no necesitaría un intermediario para firmar los dos contratos más importantes de la historia. Si Laporta, su cuñado, sus familiares, Masip y todos los enchufados en el club, del que han huido decenas y decenas de buenos profesionales, fueran tan buenos se hubiesen ahorrado los millones que le han dado al tal Darren Dein. A no ser que se los den por otros motivos.
Con Spotify tenía una relación excelente, inmejorable, el bueno de Juli Guiu, el vicepresidente que sigue ahí y que jamás, como los que se fueron, abrirá la boca. Nunca. Y con Nike, no sé si Guiu, pero, si tras 26 años de relación, el Barça no tiene buenos contactos con Nike, entonces es que todos, todos, han hecho horriblemente su trabajo. Y así está el Barça.
Solo un apunte más, lo digo porque el señor que estaba sentado delante, precisamente, de Joan Gaspart, Albert Baronet, el representante de Nike en toda esta negociación y el ejecutivo que se llevó los elogios de todos los abueletes de la sala, no quedó, a mi entender, en muy buen lugar. Pese a hacer correr que ellos, Nike (él, Baronet) no pagaba a intermediarios, a negociadores, al hombre de la agenda, hemos sabido que sí, que Nike también paga a intermediarios y comisionistas por llegar a acuerdos con empresas con las que lleva ‘solo’ 26 años de relación.
“¡Es la economía, estúpido!”, como le dijo, en 1992, Bill Clinton a Goerges Bush (padre). Y como estúpidos hemos quedado todos. Bueno, más los socios (dueños) del FCBarcelona, que han vuelto a creerse todo lo que les contó Laporta y su mano derecha, el cirujano Ferrán Olivé.
Eso sí, nadie sabe lo que paga Nike, nadie sabe cuál es el premio que recibe el tal Dein, mi otro yo, por hacer tres llamadas. Nadie sabe cuánto le da el Barça y Nike (Baronet) al del móvil. Pero, como dijo Laporta, “ha quedado todo explicado”.
PD: Como escribió Elena Fort, el 18 de octubre de 2014, cuando el Barça firmó el contrato con Qatar Airways, “això del Barça actual em fa fàstic”.