¿Sabías que los músculos más pequeños del cuerpo se encuentran en el oído interno? ¿O que tu cuerpo recambia todas sus células aproximadamente cada diez años? ¿O que la potencia generada al día por un corazón bastaría para mover un carro 32 kilómetros? ¿O que la célula humana más pequeña es el espermatozoide y la más grande, el óvulo?
Estos y otros datos sobre el cuerpo humano, algunos curiosos y otros sencillamente asombrosos, los puedes conocer en la exposición Bodies: Cuerpos Humanos Reales, inaugurada el pasado viernes 26 de agosto en el primer nivel de la plaza comercial Sambil, donde estará abierta hasta el próximo 31 de octubre.
Pero esta exposición, que antes de tocar suelo dominicano pasó por Argentina, Chile, Perú y Colombia, no se queda en la simple teoría; brinda al visitante la oportunidad de conocer la anatomía humana por dentro.
Ocho cuerpos humanos reales completos, cinco torsos y más de cien órganos y estructuras anatómicas, todos preservados mediante la técnica de plastinación, se exhiben en vitrinas frente a las cuales te sentirás como ante un espejo que te muestra cómo eres por dentro y debajo de la piel y que puede influir en tu perspectiva sobre la maravillosa pero a la vez frágil naturaleza humana.
“Esta exhibición es una muestra de cuerpos humanos reales, es una muestra de cuerpos de verdad. No son copias 3D, no son maniquíes”, dice el argentino Hernán Ganchegui, del equipo de producción de la muestra.
En su opinión, el éxito de Bodies: Cuerpos Humanos Reales, una de varias exposiciones de este tipo que existen en el mundo y que han atraído a millones de personas desde la década de 1990 (la original, Body Worlds, se presentó por primera vez en Tokio en 1995), se debe a que combina educación y ciencia, pero también a que existe “una fascinación con ver un cuerpo humano”.
“Uno cuando le duele algo se imagina de repente cómo es esa parte del cuerpo, entonces, por más que cuando uno era niño lo vio en una lámina en el libro del colegio o un video, distinto es poder verlo efectivamente como es”, comenta Ganchegui.
Precisamente esa posibilidad movió a Sol Irizarri, de 80 años, a visitar la exposición, de la cual se enteró a través de la prensa. “Yo estoy en una edad que cuando me diagnostican cualquier enfermedad quiero conocer mis órganos por dentro”, comenta la mujer.
Mairon González, estudiante de medicina de 23 años, se motivó a asistir porque la exhibición le daba la oportunidad de tener “una perspectiva distinta” a la de las clases.
Educar, entretener y concienciar
La posibilidad de ver y comparar, por ejemplo, los pulmones de un fumador y los de un paciente no fumador puede ayudar a crear conciencia en el público acerca del daño que ciertos comportamientos tienen sobre el organismo.
“Creo que esa es una de las cosas más importantes que aprendemos en esta exhibición”, considera Ganchegui.
Estudiantes de semestres avanzados de medicina guían a los visitantes con sus explicaciones y responden a sus preguntas, si las tienen. Tras la primera sala, que sirve de preámbulo e introducción, otras siete salas, todas delimitadas por paneles informativos, los conducen por el interior del cuerpo humano comenzando por el sistema óseo y continuando por el sistema muscular, circulatorio, nervioso, respiratorio, digestivo y reproductivo.
Una columna vertebral, cabezas, cerebros, corazones, torsos, pulmones, aparatos reproductores, fetos en distintas fases del proceso de gestación representan solo un ápice de lo que contemplan durante el recorrido. En el tramo final de la visita pueden echar un último vistazo a los cuerpos completos de cuatro hombres y una mujer.
Plastinación
La plastinación, método de conservación que con fines educativos y científicos desarrollara en la década de 1970 el médico alemán Gunther von Hagens (sobre él conocerás un poco en la primera sala de la muestra), es un complejo proceso que tarda alrededor de un año en completarse.
Consta de cinco pasos, explica la web de Von Hagens Plastination: fijación (se bombea una solución de conservación por las arterias), disección anatómica (se eliminan piel, grasa y tejido conjuntivo), eliminación de grasa corporal y agua, impregnación forzada (la muestra se coloca en un baño de polímero líquido), posicionamiento (cada estructura se fija con alambres, agujas, abrazaderas) y curado o endurecimiento.
Como a los cuerpos se les extraen los líquidos, explica Ganchegui, la única parte de la anatomía de los cuerpos en exhibición que no es natural son los ojos (el interior del globo ocular se compone principalmente de agua).
“Muchas casas de estudio y universidades han tratado de plastinar cuerpos, pero pocas lo han logrado”, señala el argentino.
Los cuerpos y órganos que componen Bodies: Cuerpos Humanos Reales, informa Ganchegui, fueron plastinados en China.