Los domingos son de Visitas Sorpresa. Ya se sabe que el presidente sale los domingos y con ello, Danilo ha sentado un precedente en términos de gobierno y cercanía. Cuando se supone que se descansa, el hombre sale al campo a hablar y escuchar a la gente. El gobierno se muda al campo.
222 Visitas Sorpresa, 17 mil proyectos impulsados que en 6 años han generado 200 mil empleos, han convertido a Visitas Sorpresa en el buque insignia de esta gestión. De paso, han propiciado un resurgir del campo dominicano y ha reivindicado a quienes con amor y entrega ponen a parir nuestra tierra.
Las Visitas no sólo han logrado impulsar la agropecuaria y la producción nacional, han llevado esperanza a una población echada al olvido durante muchos gobiernos.
Cada domingo, a las Visitas Sorpresa se le pone nombre, voz y rostro de mujeres que hablan y que son escuchadas y atendidas. Solicitudes que encuentran respuesta y que superan sus propias expectativas.
Que se escuche a las mujeres, que no falte la voz de ellas cada domingo con la certeza de que sus planteamientos encontrarán solución, no sólo reivindica el papel de la mujer, también les otorga una propiedad y carácter, que de sobra está más que probado.
Con las Visitas Sorpresa, las mujeres han demostrado que la tendencia actual del emprendimiento no es cosa sólo de ciudad.
Así se demuestra con las emblemáticas Mujeres del Cocoen Samaná. 86 mujeres organizadas en una cooperativa en Las Guázaras, decidieron producir dinero con lo que mejor se da en la comunidad: el coco. Empezaron procesando 5 mil unidades de coco, para lograr con suerte 80 galones por semana. Hoy, después de la Visita Sorpresa de Danilo y el apoyo que encontraron en el gobierno, Virginia y las productoras procesan 15 mil unidades de coco y le sacan 110 galones diarios de aceite virgen. Ahora apuntan a trabajar con la paja del coco. No se detienen.
En Puerto Plata estánLas Mujeres de las Cerezas. En la comunidad de Belloso, 192 mujeres que antes procesaban 10 quintales de cerezas hoy ya van por 100. De la cereza logran el jugo, la pulpa y el dulce. De su trabajo, reciben la satisfacción y el amor de hacer lo que les gusta y ganar dinero dignamente.
Si vamos a la provincia Hermanas Mirabal, en Jamao Afuera de Salcedo, a las mujeres que solicitaron 10 vacas para entre todas ponerlas a producir y hacerse de una economía independiente, se les donaron 100 vacas. Para mí, una manera de empoderarlas en una labor que antes estaba reservada sólo para los hombres y de otorgarles la confianza que merecen. Sin condiciones.
En Altamira, encontramos Las Mujeres del Chocal, otro proyecto fruto de Visita Sorpresa y gestionado únicamente por mujeres. En 2013 recibieron 12 millones de pesos prestados para adquirir maquinarias y comprar cacao de calidad. Hoy, el fruto del trabajo y el esfuerzo con cariño que empeñan esas mujeres se vende en cada supermercado.
Cada domingo espero esas voces y me pongo contenta cuando las veo elevando sus peticiones con aquel carácter y esa propiedad que adorna a las mujeres que no tienen miedo. Además, encuentro en ellas la inspiración y la certeza de que todo es posible. Hasta que un presidente llegue de visita un domingo y hablemos debajo de cualquier enrramá. Uno nunca sabe.