Mayoría se concentra en Gran Santo Domingo y Santiago. Este año se han atendido tres millones de emergencias
No tienen poderes especiales, pero los emergenciólogos luchan cuerpo a cuerpo con la muerte. Las salas de emergencia son el campo de combate. Allí, cada segundo cuenta y una intervención oportuna puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
El protocolo es estricto y su preparación les permite maniobrar con lucidez en condiciones extremas. Están entrenados para enfrentar lo peor. En circunstancias críticas echan mano de técnicas de resucitación, muchas veces con resultados extraordinarios.
Sin embargo, contar con este personal especializado en las salas de emergencia de todos los centros de salud del país, tanto públicos como privados, es un lujo. Los protocolos sanitarios sugieren la presencia de al menos un emergenciólogo en estos espacios de atención, quienes tienen la responsabilidad de asistir a los pacientes más críticos así como gestionar y supervisar los casos bajo su “guardia”, siempre auxiliados de un personal capacitado, integrado en su mayoría por médicos generales y enfermeras.
Pero de lo ideal a lo real hay un gran trecho. Muchos de los recintos sanitarios locales no cuentan con la especialidad de estos médicos. La situación puede llevar a una atención no óptima en detrimento del paciente.
En la República Dominicana hay alrededor de 700 emergenciólogos, en su mayoría concentrados en unas pocas ciudades. Por tanto, gran parte del territorio nacional queda sin la cobertura de la atención especializada para casos de emergencia hospitalaria.
De esta cantidad, el 50 % se concentra en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo y otro 30 % en Santiago, de acuerdo con los registros que maneja el doctor Weyny Hayron González, presidente de la Sociedad Dominicana de Emergenciología (Sodoem).
El número de emergenciólogos activos resulta insuficiente para atender la avalancha de eventos que comprometen la salud, algunos casos más complejos que otros; y a todos se les debe dar respuesta, porque la salud es un derecho y más si se eleva el riesgo de perderla o sufrir mayores daños.
En el período enero-agosto 2023 se atendieron 3 millones 143 mil 64 emergencias en los centros de salud del sector público, según datos del Servicio Nacional de Salud (SNS).
De esta cantidad de casos, 2 millones 825 mil 499 (90 %), llegaron por medios propios y 118 mil (3.75 %) por vía del sistema 911. Las emergencias referidas fueron 43,794 (1.39%) y las que se canalizaron por otros medios fueron 9,204.
Mujeres acuden más a emergencia
En los primeros ocho meses del año, las mujeres abarrotaron más las salas de emergencia, con una participación de 1 millón 743 mil 424 atenciones (55.47%) frente a 1 millón 399 mil 640 correspondientes a hombres (44.53%).
Los diez diagnósticos más frecuentes a nivel nacional son: enfermedades febriles, ACV, infartos, hipertensión arterial, neumonías, diabetes, traumas, gastroenteritis, insuficiencia renal e infecciones de vías urinarias.
Haitianos ocupan 10 % de emergencias
Visto por nacionalidad, en la fecha analizada recibieron atenciones 2 millones 811 mil 824 dominicanos (89.46%). El segundo lugar lo ocupan los haitianos con 319,054 (10.15%) y 9,204 son de otras nacionalidades (0.29%). Respecto a las instalaciones, en el Servicio Nacional de Salud hay 193 centros sanitarios con sala de emergencias habilitadas.
¿Resultan suficientes las salas?
“El SNS se esfuerza cada día por garantizar el derecho a la salud de la población y la atención de Emergencias es un servicio prioritario. Alrededor de 20 salas han sido ampliadas y remozadas durante la presente gestión, otras están actualmente intervenidas”, afirma el SNS.
Sin embargo, precisa que hay hospitales donde la demanda es mucho mayor que en otros y por tanto, en algún momento, sus áreas de emergencias pueden estar saturadas, mientras otros centros y regiones de salud presentan mayor disponibilidad.
“En tal sentido, que sean suficientes o no, depende del establecimiento de salud y la localidad de la emergencia sanitaria que se pueda presentar”, puntualizó.
Por su ubicación y especialidad, el Hospital Docente Universitario Traumatológico Dr. Darío Contreras, situado en Santo Domingo Este, capta un número importante de las atenciones a emergencia.
De enero a agosto de este año, en este centro de referencia nacional se asistió a 41,378 emergencias. Del total, 32,938 llegaron por sus propios medios (79.60%), otras 4,663 se canalizaron vía 911 (11.27%).
En este hospital las atenciones a emergencias son considerables si se comparan con otros servicios brindados como las consultas externas, que en lo que va de año alcanzan las 56,552, frente a 6,897 hospitalizaciones y 7,365 cirugías.
En tanto, en el Hospital Traumatológico Dr. Ney Arias Lora en los dos primeros cuatrimestres del 2023, se registraron 27,333 emergencias, 75,306 consultas externas, 5,937 hospitalizaciones y 15,017 cirugías.
Según el presidente de la Sociedad Dominicana de Emergenciología, el 80 % de los emergenciólogos se concentra en el Gran Santo Domingo y Santiago.
Conforme a las estimaciones de Weyny Hayron González, en el Norte se distribuyen de la siguiente manera: diez en La Vega, seis en Valverde, seis en Hermanas Mirabal, dos en Santiago Rodríguez, y dos en el municipio Río San Juan.
En Puerto Plata y San Francisco la presencia de este personal no es tan tímida como en otras demarcaciones debido a que cuentan con escuela de formación. En la capital de la provincia Duarte hay 30 emergenciólogos.
En el Este del país brindan sus servicios 40 en San Pedro de Macorís, 15 en Higüey y cinco en El Seibo.
Déficit de emergenciólogos se acentúa con fuerza en el Sur
De acuerdo con el presidente de Sodoem, seis prestan sus servicios en Azua y Barahona solo cuenta con uno. Aunque no especificó el número, hay presencia en Baní y en San Cristóbal. Pero la mayoría de las provincias sureñas no disponen de este personal.
“Tú quizás consigues un nombramiento para irte a Dajabón pero generalmente el nombramiento no te da para tú poder tener una vida más o menos estable, sino que tienes que tener una clínica o centro de salud privado; y como las ARS no nos dan el código, nosotros cuando vamos a esos lugares nos tenemos que adaptar solamente al sueldo, por eso muchos médicos emergenciólogos optan por estar aquí”, sostuvo el presidente de Sodoem.
En ese sentido, se quejó de que las aseguradoras de salud no otorgan un código personal al médico emergenciólogo, sino que este es dado como código sombrilla a las clínicas y estas los contratan con los salarios que entiendan.
Destacó que una de las exigencias del Colegio Médico Dominicano es que todos los especialistas tengan código, incluidos los emergenciólogos.
En esa dirección, Sodoem mantiene conversaciones con la Sisaril. Al destacar el impacto de este servicio, sostuvo que en los hospitales donde hay médicos emergenciólogos, ha disminuido la mortalidad materna, porque hay una atención oportuna a las pacientes que llegan con algún tipo de complicaciones complejas, como preeclampsia y eclampsia.
Una vida sacrificada
Los emergenciólogos están muy conscientes de la importancia su rol. Sus jornadas suelen ser muy intensas y por lo general trabajan en varios centros de salud. Agotan largas tandas de trabajo antecedidas de años de estudios y preparación.
En tiempos de tormenta y días festivos como Semana Santa, Navidad y Año Nuevo tienen una mayor carga de trabajo. “Nosotros somos ese grupo de personas que vive luchando contra la muerte”, expresó el presidente de Sodoen al referirse a sus colegas.
En su honor, cada 27 de mayo se celebra el Día Mundial del Emergenciólogo o Día Mundial de la Medicina de Urgencias y Emergencias, celebración promovida por la European Society for Emergency Medicine (EUSEM) a nivel mundial.
No hay especialistas para casos de intoxicación
Sodoem aboga para que se abran otras subespecialidades conforme a las necesidades observadas en los hospitales. Entre ellas, toxicología, dada la falta de unidad o personal especializado para asistir en intoxicaciones. Citó los casos de personas que se intoxicaron por el consumo de bebida adulterada, muchos de los cuales tuvieron desenlaces fatales.
De acuerdo con el SNS, entre el 70 a 80 por ciento de pacientes atendidos en emergencias responden a motivos urgentes. Existen diferencias entre emergencia y urgencia. Una emergencia se presenta cuando el paciente debe recibir atención inmediata porque la afección que presenta puede afectar su vida o representa un riesgo de un órgano permanente. En la urgencia la persona necesita ser atendida pero puede esperar sin que conlleve a mayores complicaciones.