Santo Domingo.- La segunda jornada de oración y entrega de donativos realizada por la iniciativa Fundación Sonrisa de Ángel para los prematuros atendidos en el programa Mamá Canguro que funciona a lo interno del Hospital Materno Infantil San Lorenzo de los Mina, ha impactado favorablemente a un promedio de cien bebés prematuros o de bajo peso al nacer, así como a sus madres y padres, de muy escasos recursos económicos. El acto transcurrió en un ambiente de confraternidad, emociones y trato humano solidario.
Donaciones
Los kits destinados a los bebés prematuros contenían 76 unidades de pañales desechables, wipes de 72 a 80 unidades de pañitos húmedos, medicamentos Vicasol y Vicadel gotas y vitaminas E en perlas; asimismo, contaban con algunas ropas de bebés. Para las madres y padres, se añadieron jugos y galletas surtidas, medicamentos Sinedol, Sinedol Ultra, Aliviol Extra Fuerte, Suprofén Cold y Secalia.
Estos artículos y productos fueron donados por la empresa Sael, Laboratorios Acromax, Grupo Rica y Laboratorios Sued. Además, gracias al amplio respaldo concitado por ciudadanos dominicanos residentes en el país y en la diáspora.
De igual forma, para el uso de las madres mas carenciadas se entregaron múltiples extractores manuales de leche materna, tanto cortesía del merenguero Eddy Herrera como de otros donantes. Mientras, un bebedero donado por Frederick Martínez (El Pachá) y Jhon Berry, una silla de ruedas, cortesía de las familias Scharron Abreu y Cabrera; un televisión de alta tecnología y un aire acondicionado de 18 mil BTU, se ubicarán en las áreas de Consulta y en Sala de Alojamiento Canguro.
Oraciones por los prematuros y sus familias
El equipo de voluntarias pertenecientes a la Hermandad Emaús Mujeres de la Parroquia San José Obrero efectuó oraciones especiales y compartieron palabras de esperanzas, de paz y fe, con las familias, tanto en forma individual como colectiva, acorde a las necesidades específicas de cada madre solicitante. Posteriormente, se elevaron súplicas en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.
Durante la entrega, efectuada recientemente, el reverendo padre Gregorio Alegría invocó la presencia del Creador, felicitó a las madres, padres y abuelos presentes por el cuidado de los prematuros, al expresar que han sido concebidos fruto del amor; en similar vertiente, resaltó la loable labor y sensibilidad de los médicos, enfermeras y personal administrativo del centro de salud. Destacó que el amor de una madre permanece en el tiempo.
Palabras de gratitud
De su lado, la directora general del Hospital, doctora Evelyn Cueto, exhortó a los progenitores, con énfasis en la ardua tarea de las madres, a continuar con el mismo sentido de responsabilidad exhibidos en pos de mantener el bienestar integral de sus prematuros; en este escenario, también reconoció el trabajo de la iniciativa Sonrisa de Ángel en dedicar tiempo, esfuerzo y tocar puertas solo impulsados por la solidaridad y el amor.
La doctora Cleotilde Matos, encargada del programa Mamá Canguro en el centro hospitalario, refirió sobre el aspecto clínico de los bebés nacidos con prematuridad o de bajo peso al nacer, los rigurosos protocolos médicos que demandan como pacientes pediátricos, la necesidad del involucramiento de los padres y familiares. Abordó respecto al sentido de vocación y experiencia de los médicos y de las enfermeras para llevar hacia adelante la salud plena de los bebés, debido a los niveles de riesgos inherentes a su condición. En ésta línea, agradeció a Sonrisa de Ángel por su respaldo incondicional.
Gladis Abreu, gestora de la entidad sin fines de lucro Sonrisa de Ángel, indicó que la misma “busca contribuir, muy humildemente, para que sus pequeños angelitos se desarrollen con plena salud, y presentarlos nueva vez a Dios, pues estamos convencidos de que ÉL nunca los ha desamparado. Los bebés prematuros constituyen el segmento más vulnerable y frágil de la población, por lo que requieren un cuidado esmerado, permanente y personalizado guiado por un equipo de médicos multidisciplinarios, apoyados a su vez con un personal de enfermería y administrativo; todos de experiencia probada.”
Continuó, al indicar que “requiere, en forma imprescindible y vital, de la responsabilidad, la entrega y el sacrificio amoroso de las madres y los padres, también de los familiares. Es una labor titánica, de todos los días, que se corona con el avance satisfactorio de cada angelito prematuro que llevan en su regazo.”
A las madres y familiares presentes, les recordó la misión de las voluntarias y los voluntarios presentes, al señalar “como ven, todos estamos aquí exclusivamente para servirles con amor, respeto y gran esperanza.”
Finalmente exaltó la encomiable labor de los funcionarios de la Maternidad, al referir “agradecemos la muy cálida y altamente profesional acogida de las autoridades del Hospital, y confiamos plenamente en continuar respaldando. Finalmente, extiendo una exhortación para todos los presentes, pues en momentos de prueba Dios nos dice: “Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración”, “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve”.”
Testimonio de una madre (Ver video )
Jessica es una joven madre de escasos recursos económicos que tuvo un prematuro de apenas 26 semanas de gestación y una libra de peso. Le pronosticaban el peor desenlace para su bebita; sin embargo, gracias a Dios y al programa Mamá Canguro hoy día su niña lleva dos meses de vida, y más de 5 libras de peso, con un excelente diagnostico.
Es un amor tan inmenso el que siente ésta joven madre, que carece de cualquier forma de explicación.
Sus rostros
Los rostros de las madres canguro reflejan en gran medida sus edades y estratos sociales. Parturientas desde tan solo 15, 16, 17 años de edad; otras de 20 a 41 años, enfrentan la realidad de llevar entre sus regazos bebés prematuros. Todas de bajos recursos, aunque algunas trabajan.
Los bebés prematuros transcurren entre las 27 y unas pocas semanas más de gestación previo al alumbramiento; con apenas 5 días de nacidos, o hasta 15, 22 días a varios meses, hasta cumplir las 40 semanas de haber sido engendrados, permanecen entre el regazo de sus progenitores en forma permanente para proporcionarles calor. Afortunadamente reciben atenciones oportunas y dignas en el Programa Mamá Canguro y el Hospital en general.