Encontrar fósiles de dinosaurios siempre ha sido un evento que causa mucha euforia, especialmente si eres arqueólogo. Desde el imponente Tyrannosaurus rex hasta los pequeños dinosaurios con plumas descubiertos en China, cada hallazgo nos acerca muchísimo más a comprender el pasado de nuestro planeta donde vivieron estos seres primitivos. Pero Gnatalie, descubierto en 2007 en Utah, cuenta una historia aún más interesante.
Algunos hallazgos destacan por su rareza y el misterio que los rodea. Este es el caso de “Gnatalie”, un fósil de dinosaurio que ha dejado boquiabiertos a científicos y visitantes del Museo de Historia Natural de Los Ángeles. Lo que hace a Gnatalie tan especial no es su antigüedad, sino que sus huesos son verdes.
Este dinosaurio, que vivió hace unos 150 millones de años durante la Era Jurásica tardía, es dos veces más antiguo que el famoso Tyrannosaurus rex. Eso ya lo hace notable, pero lo que realmente intriga a los científicos son sus huesos verdes, algo nunca antes visto en otro fósil de dinosaurio.
Luis Chiappe, del Instituto de Dinosaurios, lo explica a su manera: “Los dinosaurios son una herramienta increíble para enseñar ciencia a nuestros visitantes. Y un dinosaurio verde de casi 30 metros de largo es perfecto para captar su atención y hacerles reflexionar sobre las maravillas del mundo en el que vivimos”.
La razón detrás de los huesos verdes de Gnatalie ha sido objeto de muchas investigaciones. Los especialistas, consultados por la agencia Associated Press, han descubierto que este color se debe a un mineral raro llamado celadonita. Este mineral se forma bajo condiciones específicas, usualmente relacionadas con la actividad volcánica. Lo que hace esto aún más interesante es que la celadonita rara vez se encuentra en fósiles, ya que las condiciones para su formación suelen ser tan extremas que destruirían los huesos.
Y pues sí, imagínate hace entre 50 y 80 millones de años, la región donde se encontró Gnatalie estaba probablemente llena de volcanes activos. De alguna manera, los huesos de este dinosaurio sobrevivieron a esas condiciones extremas y se impregnaron de celadonita, sin desintegrarse en el proceso. Es un verdadero misterio que los científicos están ansiosos por resolver y que no dudaría en creer que hay más fósiles así.
John Whitlock, profesor del Mount Aloysius College e investigador de saurópodos (una familia de dinosaurios a la que Gnatalie parece pertenecer), dice que este hallazgo es inmenso, ayudando a comprender mejor la diversidad y la anatomía de estos gigantes prehistóricos. Los estudios sobre Gnatalie están en curso, y los paleontólogos esperan desvelar más detalles fascinantes en los próximos años.
Los paleontólogos continuarán diciéndonos que más encontraron de de Gnatalie y publicarán sus hallazgos, dándonos más información sobre las preguntas que este fósil plantea. Mientras tanto, Gnatalie sigue capturando la imaginación de todos aquellos que tienen la suerte de verlo, recordándonos que nuestro planeta aún guarda muchos secretos por descubrir.
Este descubrimiento invita a todos los arqueólogos a seguir explorando y entendiendo el pasado de la Tierra. A lo mejor, en algún lugar, bajo capas de roca, otro fósil espera para ser investigado con estas peculiares características.
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