El área metropolitana de Barcelona cuenta desde hoy con un nuevo centro de datos. Se trata del BA2, un recinto de 2.500 metros cuadrados ubicado en Hospitalet de Llobregat en el que la multinacional estadounidense Equinix ha invertido 56 millones de dólares (más de 50 millones de euros).
Esas cifras irán a más. Equinix prevé ampliar su inversión en la capital de Catalunya hasta los 86 millones de euros (unos 77 millones de euros) durante los dos próximos años. «Seguiremos invirtiendo y creciendo en Barcelona al ritmo que marque la digitalización», explica Eulàlia Flò, managing director en España del gigante californiano, que cotiza en la bolsa de valores NASDAQ, en Nueva York, y que el año pasado facturó hasta 8.700 millones de dólares.
Los centros de datos son la columna vertebral de Internet. En sus instalaciones hay cientos de ordenadores que trabajan incansablemente día y noche para almacenar y procesar grandes volúmenes de datos. Esos cálculos sustentan todas las actividades del mundo digital, desde la gestión empresarial a poder ver una serie en streaming.
Alta potencia
El nuevo centro de Equinix complementa el BA1, situado en Barcelona a poco más de cuatro kilómetros de distancia. Esa alianza permite reducir la latencia de conexión y aumentar la potencia hasta un máximo de 4,2 megavatios. Esas prestaciones, que equivalen a 1.000 veces más de lo que necesita un hogar con todos sus aparatos electrónicos enchufados, seducen a multitud de empresas.
La dirección regional de la firma explica a EL PERIÓDICO que el nuevo centro de datos utilizará un 100% de energía renovable y que no consumirá agua, si bien «está preparado» para usar la refrigeración líquida para enfriar los servidores en el caso que se disparase la demanda para aplicaciones de inteligencia artificial (IA), particularmente intensiva. Equinix quiere trabajar con el Ayuntamiento de Hospitalet para que, más adelante, el calor generado por los ordenadores pueda usarse para calentar centros y edificios de la localidad.
Manuel Giménez, Directo Ejecutivo dela Asociación Spain DC, patronal de los centros de datos, ha asegurado que el «potencial transformador» de las nuevas instalaciones de Equinix es «brutal» y ha equiparado su rol con el que ha tenido el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
Empresas locales e internacionales
El BA2 cuenta con espacio para unos 384 servidores, una infraestructura que ponen al servicio de sus clientes. Muchos de ellos son empresas del tejido local catalán que acuden a Equinix para incrementar, interconectar o externalizar su capacidad digital, lo que les permite ser más productivos y eficientes. Es el caso de Vueling o Fluidra, que llevan años usando la infraestructura de la compañía estadounidense. Cada vez más administraciones públicas apuestan por ese camino.
Sin embargo, esos servicios también se dirigen a grandes operadores que ya trabajan con Equinix en otros países o empresas internacionales que quieren instalarse en Barcelona y que necesitan servidores que estén cerca de los consumidores. Esas eligen si utilizan su propio equipo informático o si lo alquilan a la multinacional.
Equinix cuenta con 260 centros de datos en todo el mundo, cinco de ellos en España: tres en Madrid y los dos de la ciudad condal. Uno de los centros madrileños es de hiperescala, es decir, una instalación de gran envergadura contratada por un gigante de la computación en la nube que no han querido revelar. Además, planea la construcción de otros dos centros en la capital del país para 2025. Sus clientes españoles, según Flò, representan un 5% del valor agregado bruto en España.
Inversión estratégica
El desembarco del nuevo centro de datos de Equinix refuerza la posición de Barcelona como puerto estratégico para la conexión global. Su privilegiada ubicación geográfica convierte a la capital catalana en un puente entre Europa, África y Oriente Medio a través de los cables submarinos de fibra óptica que viajan bajo las aguas del Mediterráneo.
«Es un paso decisivo para consolidar nuestro país como hub digital del sur de Europa», ha celebrado durante el acto de inauguración Miquel Sàmper, Conseller d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya. Proyectos como el de Equinix ayudarían a atraer a Barcelona nuevas inversiones de empresas digitales.
Según un informe de la consultora KPMG citado por la propia compañía, Equinix podría tener un impacto económico en España de 285 millones de euros entre 2024 y 2027. En Catalunya, el sector tecnológico aporta ya en torno a un 9% del PIB, por detrás del turismo y de la industria manufacturera, con un impacto valorado en 45.000 millones de euros.