La noche del 31 de octubre de 2018, Sauron observó desde las alturas el distrito financiero de San Francisco. El gigante del ‘software’ Salesforce, una de las empresas más valiosas del mundo, había decidido celebrar Halloween decorando la corona de su torre corporativa, a 326 metros de altitud, con una recreación del siniestro ojo envuelto en llamas del gran villano de ‘El Señor de los Anillos’, obra magna de la literatura fantástica.
Silicon Valley está obsesionada con el mundo de épica y magia que el célebre escritor inglés J.R.R. Tolkien ideó a principios del siglo pasado. Como el anillo con Frodo Bolsón, el imaginario de la Tierra Media ha ejercido su influencia en varias generaciones. Sin embargo, ningún grupo entre los fans de la saga destaca más que los millonarios tecnológicos de Estados Unidos, una élite cada vez más cercana a Donald Trump que ha recurrido a la mitología tolkienana para bautizar a sus empresas.
La mayoría tienen al mismo hombre detrás: Peter Thiel. De adolescente, antes de convertirse en uno de los inversores más influyentes y controvertidos del mundo, el magnate leía ‘El Señor de los Anillos’ «una y otra vez», como explicó a ‘The New Yorker’ en 2011. Aunque forjó su ideología libertaria a través de otras autoras como Ayn Rand, fe que le llevó a apoyar a Trump, Thiel acudió a Tolkien para alumbrar una serie de compañías militares y financieras cuyos beneficios pueden dispararse con la nueva presidencia trumpista.
Palantir
La más famosa de todas ellas es Palantir Technologies, una empresa de Big Data fundada por Thiel que desde 2003 vende sus herramientas de análisis de datos a ejército, policía y agencias de inteligencia como la CIA —que inicialmente financió el proyecto—, pero también a decenas de organismos gubernamentales de EEUU e internacionales. El año pasado, el Ministerio español de Defensa le adjudicó un opaco contrato militar de 16,5 millones de euros.
Su tecnología de vigilancia masiva nace del sistema de detección de fraudes de PayPal, la firma de pagos electrónicos que Thiel cofundó con Elon Musk, ambos aliados de Trump. Su actual director ejecutivo, Alex Karp, ha asegurado que Palantir «defiende los valores de Occidente» como «forma de vida superior». La victoria de Trump ha disparado las acciones de la compañía hasta convertirla en la 86ª más valiosa del mundo.
Su nombre viene de las palantiri, piedras videntes que permiten a sus usuarios comunicarse a distancia o ver qué ocurre en otros lugares para recabar información. Sin embargo, ese canal también puede ser usado para corromper la mente. Así es como Sauron logró convertir al mago Saruman en su aliado.
Anduril
La segunda más conocida es Anduril Industries, empresa de tecnología de defensa fundada en 2017 por el empresario trumpista Palmer Luckey —inventor de las Oculus Rift, las gafas de realidad virtual que compró Meta— y por inversores asociados con Palantir y SpaceX. Inicialmente fue financiada por Founders Fund, el influyente fondo de capital riesgo de Thiel al que sus íntimos se refieren como ‘precious’, el apodo de Gollum para el anillo único. La firma vende drones, sistemas de vigilancia y otros productos de robótica e inteligencia artificial al Pentágono, que los ha desplegado en Oriente Medio o en la frontera con México. La hermana de Luckey, Ginger, está casada con Matt Gaetz, el ultraconservador que Trump propuso como nuevo fiscal general de EEUU y que renunció al cargo por haber mantenido relaciones sexuales con una menor.
Andúril (en élfico: Llama del oeste) es también el nombre de la espada que empuña Aragorn para reclamar el trono de Gondor y liberar a la Tierra Media del yugo de Mordor.
Sauron
En la saga de Tolkien, Sauron es El Señor Oscuro, el malvado ser que pretende esclavizar a los pueblos libres. Ahora, su nombre es también el de una nueva ‘start-up’ que pretende normalizar el uso de tecnologías punteras como drones, sensores o reconocimiento facial para la vigilancia del hogar. Explotando el miedo a la inseguridad, la firma ha recaudado 18 millones de dólares y, según ha explicado a ‘The Washington Post‘, cuenta con una lista de espera de clientes ricos, entre ellos directivos tecnológicos e inversores de capital riesgo.
Su visión, aún por comercializarse, podría tener una deriva distópica. Preguntado sobre cómo integrarán los vehículos aéreos no tripulados en su sistema de protección doméstica, su fundador, Kevin Hartz, se pregunta: «¿Es una máquina que podría abatir con una bala a un mal actor o algo así?».
Narya Capital
La conexión entre Thiel y Trump se hace especialmente evidente en Narya Capital, una firma de capital riesgo cofundada en 2020 por J.D. Vance, actual vicepresidente electo de EEUU. Thiel y sus círculos movilizaron 100 millones de dólares para impulsar el fondo, que impulsa ‘start-ups’ tecnológicas en zonas del país alejadas de los tradicionales ‘hubs’, convirtiendo a Vance en su protegido. Su apuesta podría darle frutos en la nueva administración trumpista.
En el universo de El Señor de los Anillos Narya es el nombre de uno de los tres anillos mágicos forjado por Celebrimbor para los elfos, si bien finalmente termina en el dedo de Gandalf. De color rojo como el fuego, tenía el poder de fortalecer la determinación de sus portadores, pero también estaba vinculado a la influencia de Sauron.
Otras empresas
Silicon Valley alberga otras compañías nombradas tras las obras de Tolkien, la mayoría de ellas ligadas a Thiel. Es el caso de Valar Ventures, fondo de capital riesgo que fundó en 2010 y que hace referencia a los semidioses que moldean ese mundo de fantasía. El magnate lo usó para prometer inversiones millonarias al gobierno de Nueva Zelanda —que nunca se materializaron— y obtener a cambio la ciudadanía en el país, donde planea construir una mansión-búnker en la que refugiarse de una crisis global.
Thiel también está detrás de Mithril Capital Management, Rivendell One y Lembas Capital. La primera es una firma de inversión nombrada por el metal resistente y ligero que extraen los enanos de Moria y las otras dos son instrumentos financieros muy poco conocidos que usó para vender parte de sus acciones en Facebook —donde fue su primer inversor externo— que hacen referencia a la ciudad élfica casa de Elrond y al pan élfico con propiedades especiales que alimenta a Frodo y Sam en su viaje hacia el Monte del Destino.
Otras firmas no vinculadas a Thiel son Iluvatar CoreX, una empresa china de semiconductores que debe su nombre a los dioses que fundan el mundo de ‘El Señor de los Anillos’, y Athelas, una plataforma de ‘software’ sanitario bautizada tras la hierba curativa que Aragorn usa para salvar a Frodo cuando es apuñalado por el Rey Brujo de Angmar, jefe supremo de los Nazgûl, espectros atados a la voluntad de Sauron.
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