Un joven de 22 años murió este domingo en la provincia de Nakhon Ratchasima (Tailandia) mientras utilizaba su teléfono conectado al cargador. La víctima fue encontrada sobre una cama con su mano todavía sosteniendo el dispositivo, informaron medios locales.
Los resultados de la autopsia indicaron que uno de sus dedos había ‘estallado’, y que el hombre murió aproximadamente 5 horas antes de que un familiar lo encuentre en su vivienda.
Un incidente similar ocurrió en febrero en el mismo país asiático, cuando un joven de 24 años murió electrocutado en su apartamento. La víctima portaba sus auriculares mientras el teléfono se estaba cargando y, según las investigaciones, sus orejas estaban ‘fritas’.
«La gente puede estar expuesta a peligros al usar cargadores baratos, que normalmente son producidos por compañías no certificadas», afirmó un portavoz de la Policía.